John Jairo Dávila Aguirre, campesino firmante del acuerdo de Paz, y quien había sido secuestrado desde el día de ayer junto con otros dos compañeros, fue asesinado por autores desconocidos, según confirmaron fuentes de la zona.

Dávila era un campesino adscrito al Proceso de Paz y, aunque no era exguerrillero, hacía parte de los proyectos productivos del Partido Farc, que justamente pretenden desarrollar oportunidades económicas que beneficien tanto a ex militantes como a los campesinos que son sus vecinos en los territorios.Las personas que trabajan con el partido Farc, no obstante, son una piedra en el zapato para los grupos restantes de la ilegalidad en Colombia. A ellos, entonces, no les conviene que un campesino -o para tales efectos, que muchos campesinos- trabajen con la Farc, porque esto significa que dejarán las economías ilegales como la producción de la cocaína y se van a pasar a sembrar cosas legales.

Pues, cuando aparece entonces un líder que incita a otros cultivadores a salirse de un negocio riesgoso y poco productivo como la siembra de coca para grupos ilegales, más se demora esta persona en llegar a las plantaciones de coca que los ilegales en ubicarlo y ponerle precio a su cabeza.

Otra cosa que tenemos que decir es que justo hace una semana la Agencia de Prensa Análisis Urbano advirtió que en los municipios de Segovia y Remedios empezaron a aparecer municiones sin detonar, hombres armados y grafitis por todo el pueblo con el mensaje de las AGC. No obstante, y como siempre, las autoridades no hicieron caso, o no quisieron hacer caso.

Los dos compañeros de John Jairo fueron liberados.

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