Islas Galápagos (Ecuador), 2 abr – El futuro del turismo en las Islas Galápagos (Ecuador), el primer patrimonio natural de la humanidad, es objeto de debate y polémica ante la reciente decisión de hacerlo más exclusivo a los visitantes a partir de agosto, cuando la tasa de ingreso al Parque Nacional se eleve de 6 a 30 dólares para turistas locales, y de 100 a 200 dólares para extranjeros.
Según el ‘Informe de conservación de las propiedades inscritas en la lista de patrimonio mundial’ de la Unesco, es prioritario estabilizar el crecimiento del volumen de turismo para mantener el bienestar del ecosistema y de los habitantes de Galápagos, y para ello el Consejo de Gobierno de Galápagos aprobó elevar las tasas de ingreso.
El objetivo es promover un turismo enfocado en la sostenibilidad y capacidad de dinamizar la economía local.
El director del Parque Nacional Galápagos, Arturo Izurieta, dijo a EFE que 2023 marcó un récord con 330.000 turistas en el archipiélago, más de la mitad extranjeros, principalmente estadounidenses.
Izurieta reflexionó que hace 26 años, cuando se elevó de 25 a 100 dólares la tasa para extranjeros, los alcaldes y la población tuvieron la misma percepción que algunos tienen ahora sobre problemas para el turismo y la economía.
«La estadística y los números no mienten. Estoy seguro de que con este paso, aparte de poner en orden la casa, vamos a seguir teniendo turistas», dijo al estimar que el incrementó podría bajar al 15 %, frente al 23 % reportado de 2022 a 2023, lo cual sigue siendo «gigantesco» para un parque nacional como Galápagos.
Dependencia del turismo
Julia Llamuco, gerente de una agencia de viajes en la isla Santa Cruz, se opone a la medida pues cree que ahuyentará a los turistas, perjudicando la economía, que depende en «un 90 %» del turismo.
«Pedimos a las autoridades que no se aumente esa tasa, porque eso nos va a afectar al cien por ciento. ¿Acaso quieren que migremos de Galápagos?», se preguntó.
Llamuco contó a EFE que un grupo de agencias han formado asociaciones con guías turísticos para apoyar en la conservación, por lo que no ve necesaria el alza.
La mujer añadió que también se ven afectados por las agencias de turismo que ofrecen paquetes completos desde el Ecuador continental, lo cual les resta clientes, y se quejó de que el turismo en barcos no deja réditos al comercio de Galápagos.
Y es que muchos turistas, en su gran mayoría extranjeros, optan por realizar cruceros que van de 1.500 dólares en adelante, en paquetes turísticos contratados donde pasan todo el tiempo a bordo de la embarcación, sin pernoctar o comer en algunas de las poblaciones del archipiélago.
¿Prohibitivo para ecuatorianos?
Flavio Martínez y su esposa ahorraron un año para viajar desde Quito a Galápagos con su hijo, a fin de «conocer estos paisajes encantados que pertenecen a Ecuador y saber un poquito más de la existencia de todas las especies», dijo a EFE en Puerto Ayora, la más poblada del archipiélago con unos 15.000 habitantes, en la isla de Santa Cruz.
A Martínez, de 42 años, le parece «mal» el anuncio de alza de tarifas pues «la población que es de estatus medio y bajo, no va a tener esa accesibilidad para venir. Va a ser inalcanzable».
«Solo vendría gente con dinero y gente exclusiva» opinó este militar en servicio pasivo que encontró en Galápagos «islas únicas, bien hermoso», por lo que ve injusto que «la gente se pierda esto».
¿Seguirá el turismo extranjero?
Galápagos era una de las paradas obligadas en el viaje por Sudamérica que realiza el británico Scott Lawrence, interesado en la biodiversidad del archipiélago, que sirvió al científico Charles Darwin para desarrollar en el siglo XIX su teoría de la evolución de las especies.
Lawrence cree que muchos extranjeros no tendrán problema en pagar la nueva tasa pues «no es mucho dinero para ellos» en un viaje que es de una vez en la vida.
Pero mostró su esperanza de que el dinero extra se destine a proteger áreas y erradicar especies invasoras en Galápagos.
Reparto de ingresos
Llamuco relató que si un animal resulta herido en Galápagos, enseguida recibe atención, mientras que el hospital que atiende a los pobladores no cuenta con lo necesario, y por eso cuestionó el destino que tenga el dinero extra, pues no lo ve reflejado en servicios para la comunidad.
Sin embargo, Verónica Santamaría, quien participó en el estudio técnico para la elevación de la tasa, explicó a EFE que el 50 % del tributo se destina al Ministerio de Ambiente, con un 45 % para el Parque Nacional Galápagos y un 5 % para la agencia de bioseguridad.
El restante 50 % se distribuye entre el Consejo de Gobierno de Galápagos, los ayuntamientos y las juntas parroquiales, dijo.
En Galápagos, el turismo se basa en la naturaleza y «para poder seguir conservando estos valores es necesario que las instituciones puedan seguir financiando estos planes de conservación», argumentó Santamaría.
Opinó que ni el Ejecutivo ni los municipios «están en la capacidad ya de manejar tantos turistas, justamente por los recursos (pues) se necesitan algunos servicios: agua potable, alcantarillado…».
Santamaría no ve dilema entre turismo y conservación: «Tenemos que conservar para que continúe el turismo», zanja.
Susana Madera
EFE