Yabalia (Gaza), 23 mayo de 2025.– Vecinos y familiares del barrio de Al Jouroun, en el campamento de refugiados de Yabalia (norte de Gaza), siguen trabajando entre los escombros de la vivienda familiar de los Darduna para extraer los cadáveres que quedaron sepultados tras un bombardeo israelí, habiendo recuperado ya 20, según pudo conocer EFE en el terreno.
«Hemos extraído 20 de 50 muertos, hoy este edificio de cinco plantas se ha transformado en un cementerio», dice a EFE, con tono monótono y armado con una pala, Juma Darduna, que participa la búsqueda de sus familiares que quedaron sepultados.
El rescate lo iniciaron los servicios de la Defensa Civil de Gaza pero dieron por terminada su labor tras extraer cuatro cadáveres, denunciando que no cuentan con la maquinaria pesada necesaria para movilizar los escombros. Durante el alto el fuego, el Gobierno gazatí aseguró en numerosas ocasiones que no estaban entrando a la Franja los equipos necesarios para este tipo de extracciones.
Mmientras los cadáveres se acumulan en el norte de Gaza, Juma lamenta que no hay dónde llevarlos: «El Hospital Indonesio ya no funciona, el Kamal Adwan se detuvo (ambos en Beit Lahia), el Al Awda se detuvo. Hoy, no podemos asumir la pérdida de todos los muertos de Gaza en el norte».
Los hospitales que servían al norte de Gaza que menciona están todos bajo un intenso asedio de las tropas de Israel, haciéndolos inaccesibles.
En el Al Awda, el último activo a pesar del asedio, Israel atacó las instalaciones con drones y sus equipos trabajan desde hace dos días para apagar el incendio de grandes dimensiones que afecta a las instalaciones.
«El hospital Al Ahli y el Al Shifa soportan el peso de todas las bajas», lamenta Juma, «de aquí al Al Ahli hay seis kilómetros, si tienes una hemorragia masiva Dios te dará el perdón, vas a ver a Dios».
Bombardeos a su alrededor mientras buscan cuerpos
Mientras buscaban, a Juma y sus compañeros les sorprendió otro bombardeo del Ejército israelí a unos 20 o 30 metros y otro a unos 50. Desde los escombros de la casa de los Darduna se apreciaba el humo y el polvo de uno de estos ataques, que mató a tres mujeres.
Juma, al igual que los cientos de personas que corren de un lado a otro cuando Israel bombardea el edificio vecino, se encuentran en una zona bajo órdenes de desplazamiento de Israel (las últimas, emitidas el jueves), que consideran Yabalia una «zona de combates peligrosos» anticipando el avance de sus tropas.
El 90 % de la población gazatí está desplazada en estos momentos, según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), y la mayoría han tenido que huir de un refugio a otro varias ocasiones por la ofensiva de Israel, lo que lleva a muchos a permanecer en el lugar en que se encuentran.
Al avanzar hacia el lugar de ataque más próximo, cientos de hombres se arremolinan en torno al enorme cráter que marca el punto en el que impactó el proyectil.
Muchos corren hacia lo que queda de una vivienda a la orilla del cráter, en la que se aprecia el cadáver de una mujer, identificable por el velo que cae sobre la estructura de hormigón en la que yace. Uno de los hombres que han acudido al lugar la abraza y chilla
Desde que Israel lanzó su ofensiva sobre Gaza en octubre de 2023, más de 53.820 personas han perdido la vida, según el recuento difundido por el Ministerio de Sanidad este viernes, el cual suma al cómputo total los 60 cadáveres recogidos a lo largo del jueves.
Sanidad recordó que estos datos no recogen las cifras de la Gobernación Norte de Gaza, en la que se encuentra Yabalia, por la dificultad para acceder a ella en estos momentos a causa de la ofensiva israelí.
«Desde la visita de Trump a los países del Golfo hasta ahora, las masacres han ido a más. Los asesinatos han ido a más. Las masacres han ido a más», lamenta a la orilla del cráter uno de los civiles que han acudido al lugar, Shafea al Motalaq.
Al Motalaq se refiere a la gira del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por Oriente Medio concluida la pasada semana. El magnate aseguraba buscar en sus encuentros la paz regional, si bien las negociaciones entre Hamás e Israel que se celebraban en Doha (uno de los destinos de la gira) han quedado en un punto muerto.
Juma, sobre los escombros que sepultan a su familia, apela directamente a los negociadores del grupo islamista: «A quien sea que negocie de nuestra parte, venid y escuchad los cañonazos dirigidos contra la gente pobre (…) Aquí hay una destrucción masiva, muerte, mártires por miles, mártires, aquí. Miles de mártires cada día en Gaza. Venid a mirarnos, vedlo con vuestros propios ojos».
EFE