Jerusalén, 16 de abril de 2025.- «Gaza se ha convertido en una fosa común para la población palestina y para quienes acuden en su ayuda», denunció este miércoles la coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la Franja, Amande Bazerolle, quien señaló que la ayuda humanitaria en la Franja es cada vez más difícil de prestar.
La organización alerta en un comunicado de que, con la reanudación de la ofensiva israelí en el territorio palestino hace casi un mes y el bloqueo de entrada de ayuda por parte de Israel, «las vidas de los palestinos están siendo devastadas sistemáticamente mediante el desplazamiento forzoso de la población y el bloqueo deliberado de la ayuda vital».
En la nota, MSF denuncia que los ataques a paramédicos y rescatistas por parte de Israel «han mostrado un desprecio flagrante por la seguridad de los trabajadores humanitarios y sanitarios en Gaza».
«Estamos siendo testigos en tiempo real de la destrucción y el desplazamiento forzoso de toda la población de la Franja», denuncia Bazerolle, que añade que no hay «lugar seguro para sus habitantes o para quienes intentan ayudarles».
Por ello, explica, «la respuesta humanitaria está sufriendo enormes problemas bajo el peso de la inseguridad y la escasez de suministros, lo que deja a sus habitantes con pocas opciones, si es que tienen alguna, para acceder a la atención».
Desde que se reanudó la ofensiva israelí en la Franja el 18 de marzo, rompiendo así un alto el fuego de casi dos meses con Hamás, alrededor de 1.700 personas han muerto (casi 600 niños) en Gaza, según los datos del Ministerio de Sanidad del enclave, que eleva a 51.000 los muertos desde el principio de la guerra hace 18 meses.
La nueva ofensiva israelí es por aire y también por tierra y sus tropas han ocupado nuevo territorio en la Franja hasta controlar casi un 70 % del total, según cálculos de la OCHA. De ese 70 %, un 20 % corresponde al extremo sur de Gaza, donde las tropas israelíes han abierto un nuevo corredor y desalojado toda la ciudad de Rafah, donde vivían 200.000 personas.
En cuanto al personal humanitario, Naciones Unidas cifra en al menos 409 los trabajadores humanitarios muertos desde octubre de 2023, en su mayoría personal de la UNRWA, el principal proveedor de ayuda humanitaria en Gaza, recuerda MSF.
Desde el comienzo de la ofensiva en Gaza en 2023, tras el ataque de Hamás en territorio israelí que dejó 1.200 muertos, once miembros de MSF, algunos en acto de servicio y dos de ellos en las dos últimas semanas, han sido asesinados, dice la organización humanitaria.
Entre los ataques a personal sanitario, MSF recuerda el del pasado 30 de marzo en Rafah, donde las tropas israelíes mataron a tiros a 15 paramédicos y rescatistas de Defensa Civil de Gaza y de la Media Luna Roja.
Sus cuerpos fueron rescatados una semana más tarde. Las tropas israelíes alegaron en un primer momento que las ambulancias en las que viajaban no llevaban las luces de emergencia, lo que se desmintió luego en un vídeo grabado por un paramédico muerto.
«Este horrible crimen es un ejemplo más del desprecio que muestran las fuerzas israelíes por la protección de los trabajadores humanitarios y médicos. El silencio y el apoyo incondicional de los aliados más próximos de Israel envalentonan aún más estas acciones», afirma en la nota Claire Magone, directora general de MSF.
MSF considera que «sólo una investigación internacional e independiente puede sacar a la luz las circunstancias y las responsabilidades de estos ataques contra trabajadores humanitarios».
EFE