Gaza, 31 de marzo de 2025.- Unos 40.000 gazatíes, muchos de ellos con coches, bicicletas y remolques cargados hasta arriba con sus pertenencias, abandonaron este lunes el área de Rafah, en el extremo sur de la franja de Gaza, confirmó su alcaldía, después de que el Ejército israelí mandara nuevas órdenes de desplazamiento esta mañana antes de bombardear la ciudad y las zonas aledañas.
«Ya no nos queda nada, ni para consumir, ni dinero. No podemos garantizar las necesidades primarias (en Rafah)» explica a EFE, Sabri Abu Lainin, un hombre gazatí, desplazado hasta en diez ocasiones desde el inicio de la guerra en Gaza, el 7 de octubre de 2023.
Lainin es una de las 50.000 personas, según cifras de la alcaldía de Rafah, que con el inicio del alto el fuego vio la oportunidad de regresar a la ciudad sureña para reconstruir su casa arrasada por las bombas israelíes.
«Llevamos un mes en Rafah. No teníamos agua, pero teníamos que volver a nuestras casas para que no se queden vacías», cuenta resignado Mohamed el Iman, otro gazatí residente de Rafah.
Los planes de ambos, sin embargo, se han vuelto a ver truncados con la reanudación de los ataques israelíes diarios contra el enclave palestino, el pasado 18 de marzo, además de las nuevas incursiones terrestres lanzadas contra esta zona fronteriza con Egipto en las últimas semanas.
Según datos de la ONU de la semana pasada, cerca del 20 % de la extensión de la Franja ya se encuentra bajo órdenes de evacuación israelíes, sin contar el área de amortiguación y el corredor Netzarim.
El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como ha venido haciendo desde el inicio de la ofensiva en Gaza, ha justificado estas incursiones alegando que forman parte de «su lucha contra Hamás y la Yihad Islámica».
Desplazamientos en medio de una festividad
Además, estas nuevas órdenes de evacuación llegan en un momento especialmente importante para los gazatíes, puesto que es el segundo día del Aíd al Fitr, la fiesta musulmana de tres días que marca el final del mes sagrado del Ramadán.
«No hay ni alegría de Aíd o de ramadán, ya no hay condiciones de vida en Rafah», cuenta a EFE Abu al Abi Faris.
Otro gazatí entrevistado señala las «masacres» que se han producido en el conocido barrio de Tal al Sultán, en Rafah.
Este domingo el servicio de emergencias de la Media Luna Roja Palestina (PRCS, por sus siglas en inglés) informó del hallazgo de 14 cadáveres, entre ellos los de ocho paramédicos y un trabajador de la ONU, en el barrio de Tal al Sultán donde un grupo formado por 15 sanitarios y rescatistas desapareció el pasado domingo tras haber sido atacado por las fuerzas israelíes.
El grupo, compuesto por seis rescatistas de los equipos de la Defensa Civil gazatí y nueve paramédicos de la Media Luna Roja, estaba en paradero desconocido cuando acudieron a Rafah para brindar primeros auxilios a varios heridos debido a los bombardeos israelíes en la zona. Tras el hallazgo de estos cuerpos, sobre los que la PRCS no ha dado más detalles, queda solo un sanitario desaparecido.
El área de Rafah, fronteriza con Egipto, se convirtió durante los primeros meses de guerra en el último refugio para los gazatíes del norte y del centro que Israel obligó a desplazarse a medida que su invasión terrestre avanza en el enclave palestino.
Hasta casi dos millones de personas llegaron a concentrarse en una zona que finalmente fue invadida a principios de mayo por las tropas israelíes, pese a que incluso el entonces presidente estadounidense, Joe Biden, se opuso.
Desde entonces, las tropas israelíes ocupan el estratégico corredor de Filadelfia, la línea divisoria entre Gaza y Egipto, y cuya desmilitarización se contemplaba en la segunda fase del acuerdo de alto el fuego firmado en Doha a finales de enero y que Israel bloqueó a principios de marzo.
EFE