Quito, 12 enero de 2023.- El expolicía ecuatoriano Germán Cáceres, acusado de haber asesinado el pasado 11 de septiembre a su esposa dentro de un cuartel cerca de Quito, confesó el feminicidio, pero no habló de cómplices ni encubridores en este caso que se volvió emblemático de la violencia contra las mujeres en Ecuador.
Así lo reveló este jueves el abogado de la familia de la víctima, Jesús López, quien asistió a la audiencia en una cárcel de la ciudad portuaria de Guayaquil, donde el exagente rindió su versión y aceptó haber asesinado a su esposa, María Belén Bernal.
«Él ha confirmado que le quitó la vida», aseguró López a periodistas a las afueras de la cárcel donde Cáceres fue recluido el pasado 3 de enero, luego que fuera expulsado de Colombia donde se encontraba prófugo y era buscado por la Interpol.
López dijo que esperará a que termine la instrucción fiscal el próximo domingo y que entonces revelará otros asuntos relacionados con el caso, pues dijo presumir que el expolicía «faltó a la verdad» completa en la versión rendida este jueves.
AFIRMA HABER ACTUADO SÓLO
Según el letrado, el asesino confeso ha declarado que mató a su mujer cuando ella lo fue a ver en la Escuela de la Policía donde trabajaba como instructor y que, tras el crimen, la enterró en una zona agreste de matorrales de un cerro cercano al cuartel.
«Según lo que él ha referido nadie lo ayudó», relató López que insistió en sus sospechas de que el reo ha faltado a la verdad en aspectos que prefirió no anticipar hasta que termine la instrucción fiscal.
Cáceres fue detenido el pasado 30 de diciembre en el departamento colombiano de la Guajira y expulsado el 3 de enero hacia su país bajo custodia de agentes de Interpol a bordo de un avión de la Policía de Colombia.
Tras llegar a Quito, Cáceres fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad conocida como «La Roca», en la ciudad de Guayaquil, capital de la costera provincia de Guayas.
ESCONDIDO EN COLOMBIA
El expolicía es el principal sospechoso del feminicidio de su esposa, María Belén Bernal, quien fue declarada desaparecida el pasado 11 de septiembre cuando fue a visitar a su marido en la Escuela de Policía, situada al norte de Quito.
Diez días después, el cadáver de Bernal fue encontrado en un cerro cercano, enterrada en una zona de matorrales y, según los exámenes forenses, con signos de estrangulamiento.
El reo había huido de Ecuador y tenía una orden de «difusión roja» de la Interpol para su localización y captura.
El feminicidio de Bernal ha indignado a la sociedad ecuatoriana, sobre todo porque se produjo dentro de una instalación policial, lo que ha llevado a la madre de la víctima, Elizabeth Otavalo, a calificarlo como un «crimen de Estado».
Después de las primeras declaraciones de Cáceres sobre su detención, la Fiscalía ha anunciado que pedirá la libertad para la cadete que se encuentra en prisión provisional como presunta cómplice del feminicidio de la abogada Bernal.
EFE