París, 15 julio de 2025.– El primer ministro francés, François Bayrou, ha anunciado este martes un plan de ajuste presupuestario a cuatro años, que comenzará en 2026 con un esfuerzo anual de 43.800 millones de euros para reducir el gasto público y aumentar los ingresos.
La congelación de las pensiones, la reducción del empleo público o el recorte del gasto social y sanitario para frenar lo que desembolsa el Estado francés son algunas de las medidas esbozadas por Bayrou en una intervención especial ante el Gobierno y la cúpula parlamentaria.
En el lado de los ingresos, Bayrou anunció una «contribución de solidaridad» para las personas con mayores ingresos, así como un nuevo impulso a la lucha contra el fraude fiscal y a la recuperación de las cantidades defraudadas.
Otra medida muy llamativa que anunció el jefe del Gobierno fue la supresión de dos días festivos, de los once anuales que hay actualmente en Francia, y citó como posibles «ejemplos» el Lunes de Pascua y el 8 de mayo.
«Tenemos que aumentar nuestra producción nacional. No producimos lo suficiente», justificó.
El jefe del Ejecutivo ha urgido repetidamente a atajar el rápido aumento de la deuda pública, ya que al actual ritmo el pago de la deuda alcanzaría en 2029 los 100.000 millones de euros y se convertiría en la primera partida del presupuesto.
La deuda pública francesa cerró el primer semestre de este año en 3,3458 billones de euros, lo que supone un 114 % del PIB nacional.
Bayrou recordó que esa deuda aumenta al ritmo de 5.000 euros por segundo, lo que supone más de 150.000 millones adicionales cada año, una situación que calificó de «insostenible».
La hoja de ruta marcada por el Gobierno parte de un objetivo de déficit del 5,4 % en 2025 para llegar al 4,6 % en 2026 de la mano de los ajustes presentados este martes.
Tras eso, Bayrou quiere que Francia continúe su batalla contra la actual «espiral de endeudamiento» situando el déficit en el 4,1 % para 2027, reducirlo en otras siete décimas en 2028 y llegar a una línea de base del 2,8 % ya en 2029.
EFE