Julio Urango, de 52 años, fue asesinado en zona rural del municipio de Caucasia, en el Bajo Cauca antioqueño.
Según informó el Consejo de Gobierno Mayor de la Organización Indígena de Antioquia, Julio pertenecía a la comunidad indígena Senú, Tigre Dos, y fue baleado la noche del 1 de marzo por grupos armados al margen de la ley.
Esos grupos, según la OIA, transitan y ocupan territorios de las comunidades Tigre Uno y Tigre Dos y El Delirio, en los que se enfrentan por obtener el control territorial. Desde el 31 de enero no cesan los combates y el fuego cruzado que pone en peligro a mujeres, niños y ancianos de las comunidades Senú en El Pando.
Esa situación obligó al desplazamiento de más de 93 familias y tiene en riesgo de desplazamiento a otras 250 personas.
La OIA aseguro que Julio Urango no tenía amenazas de ningún tipo y que se dedicaba a trabajos en el campo, “como la gran mayoría de los indígenas de esta zona del departamento”. De otro lado, es importante señalar que en el hecho resultó herido otro indígena, que se encuentra fuera de peligro y quien era además yerno de la víctima fatal.
La Organización Indígena de Antioquia lamentó lo sucedido e insistió en la necesidad de que los distintos actores armados legales e ilegales respeten la vida y la integridad física de los hombres y mujeres indígenas.
Asimismo, hizo un llamado a las instituciones competentes para que investiguen y se dé con el paradero de los responsables de ese atroz crimen que enluta a una familia y a toda una comunidad, y a su vez, insiste en la necesidad de que haya un acompañamiento de los organismos nacionales e internacionales defensores de derechos humanos a las comunidades Senú y Embera del Bajo Cauca, para así evitar que este tipo de hechos se sigan registrando.
