Guatapé (Colombia), 7 abril de 2024.- La sequía por el fenómeno de El Niño ha trastocado las dinámicas de Guatapé y el paisaje de este paraíso turístico ubicado en el noroeste colombiano, que alberga un atractivo embalse de aguas color verde esmeralda, casas con fachadas embellecidas por coloridos zócalos y una piedra de 220 metros de altura desde donde se divisan sus naturales bellezas.
Frente al malecón, el punto de encuentro para propios y visitantes, el panorama, de entrada, es desolador por un escenario desértico y la necesidad de caminar un tramo para acceder a las actividades acuáticas, pues la situación obligó a las empresas de transporte fluvial a trasladar su muelle por el bajo nivel del embalse.
Los botes Titán, El Celestial y La Bichota, entre otros, están en medio de tierra seca, palos y algunos residuos, mientras que se sigue escuchando las voces de «pregoneros» que ofrecen los servicios y promocionan una oferta que se mantiene, pese a las nuevas condiciones del municipio, a apenas unas horas de Medellín e incluido recientemente por la revista Time Out en el listado de los 16 pueblos más hermosos del mundo.
El embalse denominado El Peñol-Guatapé, que en los últimos días ha estado en un 40 % de su volumen útil, es el de mayor regulación del país, con una capacidad de almacenamiento total de 1.070,21 millones de metros cúbicos, de acuerdo con Empresas Públicas de Medellín (EPM), responsable de la central hidroeléctrica que utiliza las aguas del río Nare al desviarlas al río Guatapé.
Cuando algunos turistas hicieron virales en marzo imágenes en las que se ven zonas desérticas, lodo y embarcaciones atascadas en áreas que antes eran navegables, la administración municipal explicó que el embalse había reducido su capacidad principalmente por la «alta generación de energía» por parte de EPM, sumado a «la temporada de menos lluvias bajo la influencia del fenómeno de El Niño».
Es un panorama que se repite en otras zonas del país después de meses donde las precipitaciones han sido mínimas y durante los que el Gobierno nacional mantiene la alerta roja por sequía e incendios. Este mismo sábado, después de que la Alcaldía de Bogotá anunciara que se van a producir racionamientos de agua, el Gobierno hizo un llamado al ahorro de agua y energía y a no bajar la guardia, ya que las lluvias de la temporada húmeda en Colombia no se esperan hasta final de mes.
Oferta turística y nuevas dinámicas
«La situación es complicada, ha bajado mucho la represa y eso ha influido bastante porque ha disminuido el turismo», cuenta a EFE Osvaldo González, uno de los motoristas que trabaja en Guatapé, quien cree que hay «muchas secuelas» por el verano, pero también asocia este panorama a reparaciones o mantenimiento en la hidroeléctrica.
En el malecón de Guatapé operan 33 empresas que agrupan a cerca de 300 embarcaciones, por ello el joven motorista enfatiza en que «somos muchas las personas que dependemos de la represa».
González remarca que la disminución en el número de visitantes también ha ocasionado la «falta información» porque, pese a la sequía, «todavía tenemos agua para navegar y espacios para zonas recreativas con deportes extremos, pero hay gente que no quiere montar porque la orilla está seca».
También los barcos turísticos se han visto abocados a reducir el número de recorridos, a buscar aguas más profundas y a mantener mayor atención al momento de navegar para evitar daños de hélices y transmisiones en las embarcaciones o cruzarse con un islote.
El vicepresidente de generación de energía de EPM, Carlos Orduz, aseguró que marzo de 2024 «fue el mes de menor nivel de aporte en los últimos 20 años (para los embalses)», pero hay optimismo por la llegada de las lluvias.
Como sucedió en mayo de 2021 tras una sequía opacada por la pandemia, que el embalse regrese a niveles óptimos es un «suceso positivo», según la alcaldía de Guatapé, en términos generación de energía y turísticos por los espejos de agua y el majestuoso paisaje.
Jeimmy Paola Sierra
EFE