Guatemala, 30 septiembre.– La ministra de Salud de Guatemala, Amelia Flores, aseguró este miércoles que apoya el desconfinamiento total del país a partir del 1 de octubre y afirmó además que es consciente que la decisión podría traer una segunda ola de casos de la COVID-19.
«Se sabe que podríamos tener otra ola. La magnitud no la conocemos», enfatizó Flores durante una rueda de prensa convocada ante la reapertura del país a partir de mañana.
La funcionaria explicó que confía en la capacidad de la red sanitaria pública, que pasó de 840 camas para atender pacientes de coronavirus en marzo a 2.219 en septiembre, según datos divulgados este mismo miércoles en la misma conferencia de prensa por la Comisión Presidencial contra la COVID-19 (Coprecovid).
El Ministerio de Salud y la Coprecovid también informaron que hasta el mes de octubre se habían contratado 1.912 rastreadores para «el encajonamiento» de la enfermedad en 12 de los 22 departamentos que componen el territorio guatemalteco.
«Es el momento que todos asumamos nuestra responsabilidad de cuidarnos», añadió la ministra.
FIN DEL CONFINAMIENTO
El Gobierno de Guatemala anunció el martes que permitirá la apertura de cines, gimnasios, parques públicos, bares y deporte amateur siempre y cuando cumplan con diversas normas de aforo limitado en sus instalaciones, a partir del próximo 1 de octubre tras ms de un semestre cerrados por la COVID-19.
La decisión fue oficializada con el Acuerdo Ministerial 229-2020 y significa el final de la mayoría de prohibiciones establecidas por el Gobierno de Guatemala en marzo pasado, cuando se detectó el primer caso de coronavirus.
Guatemala ya había ordenado desde el 27 de julio la reanudación de labores en restaurantes, centros comerciales, transporte público e iglesias y el pasado 18 de septiembre también abrió nuevamente sus fronteras, incluido su principal aeropuerto internacional, La Aurora.
Las nuevas medidas ordenadas por el Gobierno de Giammattei también implican que no se renovará el estado de Calamidad, por lo que finalizará el toque de queda que inició el 22 de marzo y que estaba vigente de nueve de la noche a cuatro de la mañana.
El cese de algunas medidas el pasado 27 de julio fue decretado por Giammattei tras incorporar un sistema de alertas por colores que regulan las actividades económicas y de convivencia en el país.
El sistema ha sido criticado por diversos expertos que argumentan que los colores rojo y naranja son prácticamente lo mismo, pero el país no ha tenido repuntes oficiales desde su reapertura el mismo 27 de julio.
Flores y el director de la Coprecovid, Edwin Asturias, valoraron en la rueda de prensa la importancia del sistema de alertas.
Guatemala ha contabilizado hasta este miércoles un total de 91.746 casos positivos del coronavirus y 3.246 muertes debido a la enfermedad, la cifra de fallecidos más alta de Centroamérica.
EFE