Una multitud de moscas fue la primer señal para el descubrimiento de un pozo en un predio abandonado en las afueras del pueblo La primavera, en Jalisco, occidente de México.
Del pozo de 20 metros de profundidad emanaba un olor fétido. Los vecinos pensaron que un animal había caído dentro de él, pero no se imaginaban lo que había dentro: 119 bolsas con restos humanos, arrojados durante varios meses.
El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses indicó que se conformaron hasta la fecha al menos 44 cuerpos, a partir de algunos restos contenidos en esas bolsas, pero ninguna persona ha sido identificada.
Según Macedonio Tamez, Coordinador del Gabinete de Seguridad de Jalisco, en las bolsas se encontraron «cabezas, torsos, extremidades y démas».
El predio, abandonado desde hace varios años se encuentra en el camino de acceso al Bosque de la Primavera, la mayor área verde de la Zona Metropolitana de Guadalajara, una población de unos cinco millones de habitantes.
Para algunos especialistas esta nueva fosa clandestina es una señal del recrudecimiento de la violencia en Jalisco.
La guerra de los narcos
Este año se han encontrado aproximadamente 15 sitios como éste en distintos municipios del estado y es probable que se encuentren todavía más, según reconocen organizaciones civiles.
En Jalisco se habla de dos historias, una de ellas según el director del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo de Jalisco (Cepad), César Pérez: “Es un reflejo de la grave crisis de derechos humanos que padecemos. La impunidad permite actuar a los autores de desapariciones, homicidios y feminicidios”.
La otra historia de la que se habla es la creciente ola de violencia por la disputa interna en el Cartel Jalisco Nueva Generacion (CNJG), uno de los más violentos en México, el cual lo lidera Nemesio Oseguera Cervantes, alias el Mencho.
Tomado de BBC NEWS MUNDO