Venecia (Italia), 31 de agosto del 2023 – El cineasta Guillermo Arriaga cree que si hay un país bondadoso es el suyo, México, y que su fama de violento se ve engrandecida interesadamente por los narcos, «unos publicistas del terror», explica a EFE en el Festival de Venecia, adonde ha acudido con «A cielo abierto», dirigida por sus hijos.
«No me molesta, pero creo que se pierde de vista la complejidad de todo un país por unos muy buenos publicistas que son los narcos. Tenemos unos publicistas del terror», sostiene, preguntado por si le irrita ese cliché que suele endosarse a su país.
Arriaga, autor de guiones como «Amores perros» (2000) o «Desde allá» (2015), la primera cinta latinoamericana en ganar el León de Oro veneciano, ha regresado a la Mostra con el texto de «A cielo abierto», dirigido por sus dos hijos, Mariana y Santiago.
La cinta, escrita en los años noventa pero nunca rodada, es la odisea de dos hermanos para vengarse del camionero que mató a su padre en un accidente de tráfico, aunque sus planes les llevarán a afrontar sus temores más profundos, encarando de una vez por todas el pasado.
«Me interesa la capacidad de los seres humanos de tener un punto de encuentro a pesar del odio que se puedan suscitar. La venganza te sumerge en una espiral de más venganzas. Mira los grandes conflictos del Medio Oriente, por ejemplo, son milenarios porque una tribu mató a otra, y ahí siguen, se alimenta con odio», sostiene.
La meta de la trama puede que sea distinta pero en esa búsqueda de la venganza, los jóvenes protagonistas, Theo Goldin y Maximo Hollander, recurren en primera instancia a la violencia y el secuestro.
¿Se ciñe eso a la realidad de México? En su opinión, no.
«Creo que todo país tiene un punto de quiebre. En Alemania me decían que México era un país muy violento y yo le decía a los alemanes ‘¿en serio lo dicen ustedes? A España le ha costado muchos años salir de la violencia. Después de la guerra civil la violencia siguió», afirma.
«A cielo abierto», en definitiva, más que retratar la violencia de México pretende plasmar su otra cara: «Creo que si hay algún país bondadoso, ese es México», defiende.
Arriaga reconoce que la situación ha cambiado mucho desde que en los Noventa redactara en su máquina de escribir este guión. Llegaron los narcos, o más bien, resume, «llegó el dinero del primer mundo».
«No habría narcos si no fuesen financiados por el consumo del primer mundo», zanja.
EFE