Se presume que el Eln estaría involucrado en estos hechos violentos.
NORTE DE SANTANDER, COLOMBIA. (6 ABR 2025) – En medio de la escalada violenta que protagonizan el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y la disidencia de las Farc en la región del Catatumbo, un nuevo hecho de barbarie sacudió a la vereda Versalles, zona rural del municipio de Tibú. La madrugada del pasado viernes, presuntos miembros del Eln irrumpieron en la vivienda de un hombre identificado como Gumer Vargas, lo sacaron a la fuerza y, horas más tarde, su cuerpo fue hallado sin vida al costado de una vía del sector.
De acuerdo con lo informado por La Opinión. Según denuncias de la comunidad, a Gumer le habrían revisado su teléfono celular antes de asesinarlo. Aunque en un principio se pensó que se trataba de un líder social, luego se confirmó que no pertenecía a ninguna organización ni junta comunal. Sin embargo, era ampliamente conocido por su carácter servicial, su trabajo comunitario y su disposición para ayudar a los vecinos. Su muerte ha causado consternación en la población.
El crimen ocurrió en el contexto de una disputa territorial entre el Eln y las disidencias de las Farc por el control de esta estratégica vereda, ubicada en el corazón del Catatumbo. En las últimas semanas, hombres armados de la disidencia habían ingresado a la zona, desplazando al Eln, secuestrando a civiles, imponiendo control violento y marcando territorio.
Este viernes, hacia las 2:30 a.m., el Eln retornó con fuerza a Versalles. Videos que circularon posteriormente mostraban a combatientes celebrando la “recuperación” del área. La jornada estuvo marcada por intensos enfrentamientos con ráfagas de fusil, drones con explosivos y ataques cuerpo a cuerpo. Según fuentes locales, el grupo también habría recuperado parte de su armamento, incluyendo fusiles, radios y municiones.
La población, atrapada en medio del fuego cruzado, vive sumida en el terror. Algunos habitantes reportaron que durante la incursión de la disidencia, hace aproximadamente dos semanas, fueron secuestrados al menos cuatro jóvenes, de los cuales aún no se tiene información. Sus familias, por miedo, han permanecido en silencio.
Tras el asesinato de Gumer Vargas, varios de sus allegados manifestaron sentirse amenazados y han solicitado apoyo urgente para salir de la región, temiendo represalias por parte de los actores armados que imponen un régimen de control y miedo.
La situación en Versalles es solo un reflejo de la grave crisis humanitaria que enfrenta el Catatumbo. En lo que va del año, decenas de familias han sido desplazadas, mientras que otras viven confinadas por los enfrentamientos. La ausencia de presencia estatal y la expansión de los grupos armados mantienen a miles de civiles en un escenario donde ser neutral no es una opción y la vida pende de un hilo.
A.U.
La información contenida en este artículo de prensa corresponde a la narración de los hechos noticiosos objetivos, suministrados por los funcionarios encargados de adelantar las investigaciones penales al interior de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación. Para el momento de la divulgación de este comunicado, la situación jurídica de la(s) persona(s) relacionada(s) se encuentra pendiente de resolver por la autoridad judicial competente, siempre bajo los preceptos de la presunción de inocencia, consagrados en el artículo 29 de la Constitución Política y el artículo 7º de la Ley 906 de 2004.