Bogotá, 7 ago – La relación entre el presidente colombiano, Gustavo Petro, y la prensa ha sido «tumultuosa» en los dos primeros años de su Gobierno, en los que el mandatario ha optado por «la descalificación y la desconfianza en los medios de comunicación y en periodistas que considera incómodos».
Así lo manifestó el subdirector programático de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), César Paredes, quien aseguró que ante esta situación Petro, que este miércoles cumple la mitad de su mandato, optó por crear nuevos canales de comunicación oficial y aumentó el presupuesto del sistema de medios públicos.
«De manera intermitente ha enviado señales -que no terminan de concretarse- de querer fortalecer a los medios alternativos y comunitarios, y ha incluido a influencers en su estrategia de comunicación», agregó el experto en un artículo publicado este miércoles en la revista Páginas para la libertad de expresión de la FLIP.
Igualmente, Paredes señaló que el antecesor de Petro, Iván Duque (2018-2022), dividió el panorama mediático entre «‘amigos’ y «enemigos'», mientras que el actual mandatario cree que «los medios de mayor influencia son adversarios políticos y prefiere comunicarse por X».
El subdirector programático de la FLIP analizó el uso que el presidente da a la red social X, en la que tiene más de siete millones y medio de seguidores a los que les llegan, a diario, decenas de mensajes del mandatario sobre diversos temas.
«Por su cuenta pasan desde los anuncios oficiales, opiniones sobre los ataques a los palestinos en Gaza, reposteos de otras cuentas y la confrontación abierta con sus contradictores, y entre estos, se destacan periodistas con nombre propio o medios de comunicación», expresó.
En ese sentido, Paredes recordó que Petro ha hecho publicaciones de videos en las que ha dicho: «Medios de comunicación tradicionales. Manipulación y juventudes» o «para las y los estudiantes de comunicación social. Así el poder mediático manipula la verdad, así la democracia debe avanzar», entre otros.
Esto, cree el experto, son muestras de «un ejercicio deliberado de desacreditación del trabajo de periodistas y medios que todos los días cubren la actualidad en el marco de debates de envergadura como la propuesta de una Asamblea Constituyente».
EFE