Naciones Unidas, 7 de marzo de 2024.- El secretario general de la ONU, António Guterres, alertó este jueves del «conflicto de proporciones colosales» que vive Sudán cuando está a punto de cumplirse en abril un año del estallido de una guerra civil entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
En una intervención ante el Consejo de Seguridad, Guterres imploró a las partes que respeten un alto el fuego con motivo del mes de Ramadán que comienza la próxima semana, teniendo en cuenta el carácter sagrado de este mes en el islam y que en Sudán prácticamente el 100 % de la población profesa la fe musulmana.
Como las distintas agencias de la ONU lo vienen haciendo, Guterres ha advertido en varias ocasiones sobre los conflictos olvidados, entre los que destaca el de Sudán por su magnitud: la mitad de la población, o 25 millones de personas, necesitan asistencia humanitaria vital; de ellos, 18 millones sufren «inseguridad alimentaria aguda».
El mayor número de desplazados del mundo es ahora el de sudaneses: 6,3 millones de personas son desplazadas internas, y se suman a los 1,7 millones que han huido a países vecinos.
El conflicto ha ocasionado el cierre de escuelas con millones de niños fuera del sistema escolar, las enfermedades contagiosas se multiplican y el 70 % de los centros de salud en las áreas de conflicto no son funcionales, precisamente donde más se necesitan.
Mientras tanto, las partes en conflicto ponen numerosos obstáculos al encaminamiento de ayudas humanitarias, y no ponen freno «a los extendidos saqueos, arrestos arbitrarios, desaparición forzosa, tortura, reclutamiento (militar) infantil», entre otras atrocidades, lamentó Guterres.
No parece existir en el horizonte ninguna voluntad de tregua entre las partes; más bien al contrario, «estamos muy alarmados por los llamamientos a armar a civiles y las movilizaciones populares en varios estados», proclamó Guterres.
EFE