Ciudad de Panamá, 24 septiembre de 2021.- La Fiscalía de Panamá dijo este viernes que abrió una investigación tras el hallazgo en una zona de la frontera con Colombia de «una osamenta y nueve cuerpos» que se presume sean de migrantes que entran al país, tras atravesar la peligrosa selva del Darién, en su viaje hacia Norteamérica.
El Fiscal Superior de Darién, Julio Vergara, informó de que los restos fueron encontrados entre los ríos de Caná-Membrillo y Turquesa, ambos en la comarca Emberá-Wounaan, situada en la provincia de Darién, por la que están entrando miles de migrantes, la gran mayoría haitianos.
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Tras un aviso del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), el jueves fueron hallados cinco cadáveres y este viernes otros cuatro, explicó Vergara, que no dio detalles sobre el hallazgo de la osamenta.
El fiscal precisó sin embargo que los 9 cadáveres encontrados en los ríos «se presume» correspondan a migrantes, dado que dentro de la investigación iniciada «una ciudadana haitiana mencionó que en el Río Turquesa, en la cabecera, se dio pues una fuerte lluvia, lo que produjo una cabeza de agua que arrastró a un aproximado de 9 personas».
La directora del Servicio Nacional de Migración (SNM), Samira Gozaine, dijo este viernes que en lo que va del año han entrado de forma irregular a Panamá 88.514 migrantes que se dirigen a Norteamérica, especialmente Estados Unidos, y que en su mayoría son familias enteras de haitianos que se habían asentado en Chile y Brasil años atrás.
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La Fiscalía panameña ya ha informado antes de la apertura de investigaciones por el hallazgo de cadáveres de migrantes o por casos de asalto y violación hacia ellos.
Y esta misma semana las autoridades de Panamá y de Costa Rica informaron de la aprehensión en una operación conjunta de más de 40 personas sindicadas de traficar a migrantes que se dirigen principalmente a Estados Unidos, que cobraban entre 14.000 y 22.000 dólares por persona.
Los migrantes en tránsito son albergados temporalmente en estaciones migratorias en las fronteras sur (Darién) y norte (Chiriquí) de Panamá, donde se les toman datos biométricos y se les da asistencia sanitaria y alimentos, recordó Gozaine, que recalcó que solo 0,1 % de estos viajeros solicita refugio o asilo en el país centroamericano.
El jueves el presidente panameño, Laurentino Cortizo, advirtió ante la Asamblea General de la ONU de la extrema gravedad de los problemas de la migración, y apeló «a la comunidad internacional para hacer, lo más pronto posible, un esfuerzo conjunto, con estrategias coordinadas y recursos para anticipar una crisis humanitaria regional de graves proporciones».
Las autoridades colombianas dijeron esta semana que alrededor de 19.000 migrantes están en ese país con la intención de cruzar hacia Panamá.
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«Panamá pasó de recibir 800 migrantes en enero de este año, a 30.000 el mes pasado (…) nuestro país, de manera responsable, respetuoso de los derechos humanos, brinda un trato digno a estos migrantes y les ofrece, por primera vez en su travesía, albergue temporal, asistencia médica y alimentación. A estas tareas dedicamos una parte importante de nuestros limitados recursos», afirmó Cortizo.