El presidente Iván Duque anunció hace dos días que Hezbollah entraría a la lista de terroristas de Colombia. “Hemos visto la presencia de células de Hezbollah en países como Venezuela, con la anuencia y la connivencia de la dictadura de Nicolás Maduro”, afirmó el mandatario en la instalación de la Cumbre hemisférica de la lucha contra el terrorismo.
El diario El Colombiano consultó con Rafael Guarín, consejero presidencial para la Seguridad Nacional, con la finalidad de conocer las pruebas que llevaron al Gobierno a hacer tal afirmación. Él explicó que la inclusión de Hezbollah se da “porque es una organización que ha realizado varios ataques terroristas en Latinoamérica, especialmente en Argentina (en 1992 y 1994) y varios países coinciden en la presencia de células de Hezbollah en el continente.
Además hace parte de la lista de terroristas de EE. UU. y la Unión Europea”. Guarín Afimó que no podía entregar pruebas, porque “este es material de inteligencia”.
Tan pronto el Gobierno anunció la decisión, las embajadas en Colombia de EE. UU. e Israel celebraron en Twitter el anuncio.
Lo que se sabe
El coronel (r) Jhon Marulanda dedicó varios años al estudio del Hezbollah para la elaboración de su libro “Yihad en América Latina”, en el que se recogen testimonios de miembros de ese grupo en México, Panamá, Colombia, Ecuador, Argentina, Chile, Brasil, las guyanas y El Caribe.
Contó que los miembros de esa organización de origen libanesa, que se creó con recursos iraníes y le sirve a Irán como brazo armado, están en América Latina con dos tareas principales: adelantar inteligencia sobre potenciales blancos norteamericanos y judíos, y para obtener recursos económicos.
“La presencia de Hezbollah en Latinoamérica es la más grande que tienen en el mundo después de Oriente Medio, porque aprovechan tres cosas: la falta de controles fronterizos, la corrupción y la impunidad”, anotó Marulanda.
Las evidencias recopiladas en EE. UU., Argentina, Ecuadro y Colombia hablan del desmantelamiento de una célula de lavado de activos en Miami; los atentados en Argentina a la embajada de Israel y a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA); y varios pakistaníes y libaneses capturados en junio de 2005 en Ecuador por narcotráfico declararon que traficaban droga colombiana y que el 70 % de sus recursos iba para Hezbollah.
Incluso el diario El Colombiano reveló, en abril pasado, cómo ese grupo estaría operando desde Medellín a través de una presunta alianaza entre el colombo libanés Ayman Saied Joumaa, conocido como “Junior”; y Fredy Alonso Mira Pérez, “Fredy Colas”, cabecilla de la banda “la Oficina”, quien se entregó a la DEA en 2015 y fue condenado a siete años de cárcel por lavado de activos.
“Junior” también habría hecho negocios con el empresario Pedro Claver Mejía Salazar, nacido en el municipio de Granada (Antioquia), quien se presentó ante las autoridades norteamericanas y firmó un acuerdo de culpabilidad. Cuando lo incluyeron en la Lista Clinton, importaba mercancía para venderla en el sector comercial El Hueco.
¿Y en Venezuela?
Por ahora en el país vecino no se conocen públicamente hechos concretos porque, según Duque, las operaciones de Hezbollah se dan con la complicidad de Maduro.
“Trabajé por varios años en Venezuela y pude ver, durante el gobierno de Chávez, los vuelos semanales de Caracas a Teherán (capital iraní) con personas que se suponía eran del Hezbollah, nadie pasaba por aduanas ni por migración”, contó Marulanda.
De esos vuelos también da cuenta Erich Saumeth, experto en defensa y seguridad, quien además habló de las fuertes relaciones que mantuvieron ambas naciones: “Personal militar, particularmente la Fuerza Aérea Iraní, estuvo conociendo aviones del tipo F16 de la aviación militar venezolana, pero todo eso pudo haber cambiado con Maduro”.
De todos esos acercamientos se responsabilizaba a Tareck El Aissami, vicepresidente de Economía de Venezuela.
En una entrevista dada por Ivan Simonovis al diario El Colombiano, en junio pasado, el exjefe de seguridad venezolano advirtió: “Funcionarios de inteligencia me han dicho que hay algunos Estados donde Hezbollah o inclusive el Isis tienen operaciones. Son personas que crearon un negocio que sirve para lavar dinero y montar operaciones terroristas, que eventualmente podrían llevarse a cabo en cualquier parte del mundo”.
Sin embargo, Óscar Palma, del Observatorio de Drogas y Armas de la Universidad del Rosario, no cree que por ahora los intereses de Hezbollah en la región vayan más allá de buscar recursos ilegales, “no hay evidencia de que tengan nuevos blancos para atentar”.
¿Qué es el Hezbollah?
Hezbollah es un movimiento islámico con componentes políticos y militares, que surgió en Líbano en los 80. Está compuesto por grupos radicales de libaneses chiítas, que plantearon como objetivo expulsar la presencia israelí y de Occidente del Líbano y establecer en el país un Estado islámico como Irán. Después la batalla fue por Jerusalén, ya que quieren convertirla en ciudad musulmana. Mientras los gobiernos de Occidente lo consideran terrorista, en el mundo árabe goza de legitimidad porque es un partido político que inclusive tiene representantes gubernamentales en Líbano.
Tomado de El Colombiano
