Managua, 22 febrero- La periodista Cristiana Chamorro Barrios, hija de la exmandataria nicaragüense Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), firmó este lunes un acuerdo para respaldar a un candidato único de la oposición a la Presidencia de Nicaragua.
La periodista, que ha dicho estar dispuesta a enfrentar al presidente del país, el sandinista Daniel Ortega, en las elecciones del 7 de noviembre próximo, firmó el documento «Unidad Nicaragua primero» promovido por el organismo Hagamos Democracia, con el apoyo de la diáspora y nicaragüenses en el exilio.
En ese documento, los aspirantes a la Presidencia de la oposición se comprometen a someterse a un proceso de elección democrática a lo interno de la disidencia, respetar los resultados y apoyar al ganador, con el objetivo de enfrentar unidos a Ortega en los comicios de noviembre.
Chamorro Barrios, que renunció el mes pasado a la dirección de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro y es vicepresidenta de la junta directiva del influyente diario La Prensa, explicó que firmaba ese documento en correspondencia al respaldo que ha recibido ante la posibilidad de una candidatura presidencial de consenso.
«Firmo en mi calidad de ciudadana independiente que no pertenece a ningún partido ni organización política de la oposición», señaló la también hija del periodista y héroe nacional Pedro Joaquín Chamorro, asesinado en 1978 por criticar al presidente y dictador Anastasio Somoza Debayle.
La semana pasada el documento fue suscrito por el economista Juan Sebastián Chamorro, el dirigente campesino Medardo Mairena, el académico y activista Félix Maradiaga y el periodista Miguel Mora.
En el acuerdo, los aspirantes se comprometen a decidir su participación en las elecciones del 7 de noviembre, siempre que haya condiciones para unos comicios creíbles, lo que pasa por una reforma al sistema electoral.
De ser así, se someterán a un proceso de selección democrática «que incluya escuchar la voluntad popular», y en caso de no quedar como candidato oficial, «endosar y apoyar sin fisuras» al que resulte elegido, según el documento.
También asumen el compromiso de promover una alianza electoral «en torno a una casilla única y un candidato único, como demanda la población nicaragüense».
Las próximas elecciones de Nicaragua serán claves, ya que estará en juego 42 años de control casi total de Ortega en la política nacional.