Redacción Análisis Urbano
Los grupos armados ilegales, post desmovilización AUC, siguen con el control territorial en el asentamiento ubicado en el sector El Cortado, conocido también como Nuevo Jerusalén.
Desde enero, Análisis Urbano viene denunciando la delicada situación que se vive en Nuevo Jerusalén y hasta el momento ninguna autoridad ha negado los hechos, pero lo que es más grave, tampoco se han realizado acciones específicas que pretendan acabar con la problemática.
El 23 de enero de este año se hizo pública la primera denuncia y anoche, 11 de febrero, casi 20 días después, en Nuevo Jerusalén se presentó un asesinato cometido por grupos armados del sector, hecho que sólo confirma la situación que se viene alertando: en El Cortado, el crimen es la ley y el orden y las administraciones municipales y departamentales no hacen nada para evitarlo.
En los recientes informes, se aportan las pruebas necesarias que dejan claro el conocimiento que tienen de la problemática desde los funcionarios de la Alcaldía de Medellín y la Alcaldía de Bello, hasta el secretario de Gobierno del departamento de Antioquia. Hoy Nuevo Jerusalén suma una víctima y aún no se recupera el sector.
Este homicidio sólo aumenta el pánico en el territorio. Habitantes del sector afirman que desde que se hizo pública la problemática, los grupos armados del sector iniciaron una especie de cacería de brujas para dar con quienes denunciaron la situación. Además, temen filtraciones en su organización ilegal, lo cual estaría dando inicio a una guerra interna que podría generar más víctimas.
En sus informes, Análisis Urbano denunció que uno de los tubos de Ecopetrol estaba siendo perforado por parte de los grupos armados ilegales, y que lo hacían con el fin de vender la gasolina que de allí extraían. Al parecer, la persona que fue asesinada prestaba servicios de vigilancia para este tubo. Sin embargo, Ecopetrol no confirma esta información y algunos habitantes han denunciado que allí no hay vigilancia oficial de esta entidad.
La causal del crimen es materia de investigación, pero ésta debería responder varias inquietudes: ¿la vigilancia se prestaba para evitar robos de gasolina por parte de los grupos armados? ¿La vigilancia era oficial y solicitada por Ecopetrol? ¿Qué empresa, entidad o particular solicitó ese puesto de vigilancia y por qué?
Este hecho sucedido sólo confirma una cosa, en Nuevo Jerusalén ocurre algo grave y las entidades competentes están desentendiéndose de la situación pese a que un fallo en segunda instancia de una acción popular, emitido en noviembre de 2013, ordena recuperar el territorio.
Cuántas víctimas debe poner Nuevo Jerusalén para que el Estado cumpla lo que un juez le ordenó, básicamente, lo mismo que Jorge Enrique Calero Chacón, director del Sistema de Alertas Tempranas, solicitó: recupere las funciones que los grupos armado ilegales le usurparon.