Antioquia, Colombia, 26 enero de 2025.- En el corregimiento Pueblo Nuevo, municipio de Briceño, un joven identificado como Deimer José Urango Cogollo, de 20 años, fue asesinado con arma de fuego en hechos que se relacionan con las disputas territoriales entre grupos armados ilegales.
El Centro de Analítica de Seguridad, Convivencia y Derechos Humanos informó que el cuerpo de Deimer José Urango Cogollo ingresó a la morgue municipal de Yarumal hacia las 15:30 horas del viernes 24 de enero. Según el reporte, la víctima presentaba múltiples heridas en la cabeza ocasionadas por arma de fuego y vestía prendas alusivas al Ejército Gaitanista de Colombia (EGC). Las autoridades presumen que el homicidio ocurrió durante un enfrentamiento con integrantes del Frente 36, perteneciente al sector del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC, dirigido por alias Calarcá, una estructura armada ilegal activa en la región.
Un contexto marcado por el conflicto armado
Briceño, ubicado en la subregión del Norte antioqueño, sigue siendo un territorio estratégico para actores armados ilegales debido a sus condiciones topográficas y su valor como corredor del narcotráfico. Según un análisis de Análisis Urbano, el Norte de Antioquia experimentó un incremento del 10% en homicidios entre 2023 y 2024, pasando de 140 a 154 muertes violentas.
A pesar de este panorama regional, Briceño logró reducir los casos de homicidio en un 37.5% durante ese periodo, pasando de 8 en 2023 a 5 en 2024. Sin embargo, el reciente asesinato de Deimer José marca el primer homicidio del año 2025 en este municipio, reactivando las alertas de las autoridades y la preocupación de sus habitantes.
Aumento de la violencia en 2025
La situación de Briceño refleja las tensiones crecientes por el control territorial entre el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC) y otras estructuras ilegales como el GAOr 36. Los enfrentamientos armados, los desplazamientos forzados y los homicidios evidencian la agudización de las disputas por las rentas ilícitas en esta zona estratégica del Norte antioqueño.
Las autoridades locales y departamentales han solicitado reforzar la presencia militar y la atención a las comunidades afectadas, que ven cómo la violencia sigue alterando su vida cotidiana y generando desplazamientos forzados en la región.
A.U.