Tegucigalpa, 24 de septiembre de 2021.- Los incendios forestales que afectan varias regiones de Honduras han destruido este año 90.206 hectáreas de bosque y pasto, informó este viernes a Efe una fuente del Instituto hondureño de Conservación Forestal (ICF).
El país centroamericano, uno de los más vulnerables a los fenómenos naturales, registra este año 816 incendios, un 24 % menos a las 1.074 quemas de 2020, indicó la fuente.
El 61,9 % de los incendios ocurrieron en áreas privadas, donde se destruyeron 82.912 hectáreas, lo que supone el 92 % del total del área afectada por las llamas en todo el país, agregó.
El departamento de Gracias a Dios, fronterizo con Nicaragua, y Francisco Morazán, en el centro del país, son de los más afectados con un global de 62.125 hectáreas quemadas.
Según un informe del ICF, 91 de los 816 incendios ocurrieron en microcuencas y otros 75 en áreas protegidas del país, que tiene una extensión de 112.492 kilómetros cuadrados.
En la atención de los incendios trabajaron un total de 7.475 personas combatientes, entre personal del ICF, Fuerzas Armadas y otras instancias.
La titular del departamento de Protección Forestal del ICF, Sandra Canales, destacó que la población ha ido tomando «conciencia» sobre la importancia de proteger la tierra.
El Instituto de Conservación Forestal señala que este año, el mes que más incendios ha registrado es abril, con 304, que destruyeron 30.769 hectáreas.
Honduras pierde anualmente unas 78.000 hectáreas de bosques por la tala ilegal, incendios y el consumo de leña como combustible, según fuentes ambientalistas públicas y privadas.
Más del 90 % de los incendios, según las autoridades hondureñas, son causados por el hombre, porque todavía no ha sabido controlar el fuego y lo está llevando a las montañas.
De acuerdo a organizaciones medioambientales, muchos campesinos utilizan la quema para limpiar predios para cultivos, pero muchas veces no saben controlarlo y por eso se originan los incendios forestales.
Las autoridades hondureñas prevén restaurar un millón de hectáreas al 2030, para contrarrestar los efectos del cambio climático, debido al daño ambiental que ha reducido en las últimas décadas el caudal de muchas fuentes de agua como ríos y quebradas.
El ICF trabaja en la elaboración del Plan Nacional de Protección Forestal 2022, el cual deriva de la estrategia nacional de uso y manejo de fuego, que señala diferentes acciones a ejecutar.