Tegucigalpa, 6 de enero de 2022 – Honduras registra en lo que va de 2022 un muerto por la covid-19 y 558 contagios, según el último informe del estatal Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
Las nuevas cifras del Sinager suman, desde marzo de 2020, al menos 10.442 muertos y 380.490 contagios, según sus registros hasta el 5 de enero del presente año.
Según las estadísticas del organismo sanitario, en marzo de 2020 los muertos sumaron 10 y los contagios 172.
Entre marzo y diciembre de 2020 el número de fallecidos ascendió a 3.141 y el de contagios a 122.763.
El peor año de la pandemia ha sido 2021, cuando según los registros del Sinager, murieron 7.300 personas y 257.169 contrajeron la enfermedad.
Las cifras de muertos y contagios han tenido un significativo descenso en noviembre y diciembre pasados, pero según fuentes médicas de hospitales públicos, en lo que va de 2022 ha habido una alta incidencia de personas que han contraído el coronavirus, lo que se está reflejando con la masiva afluencia de pacientes que a diario están acudiendo a los denominados centros de triaje.
Las autoridades sanitarias también han registrado, hasta el 30 de diciembre pasado, 9,5 millones de vacunas aplicadas contra la covid-19, de las que 4,9 millones corresponden a la primera dosis y 4,1 millones de inmunizados con dos, desde que se inició la campaña de inmunización, en febrero de 2021.
Otras 460.306 personas han recibido una dosis adicional de «refuerzo».
Además, las autoridades calculan que alrededor de un millón de personas, de los 9,5 millones de habitantes que tiene Honduras, no se han aplicado ni una dosis, por lo que son los que más se están contagiando, aunque hay muchos casos de hondureños que se han contagiado aún teniendo doble vacuna y la de refuerzo.
La pandemia de covid-19, además de la alta cifra de muertos y contagios, en Honduras ha tenido graves repercusiones económicas por el cierre de muchas empresas, entre micros, pequeñas y medianas, y la pérdida de unos 500.000 puestos de trabajo, según fuentes públicas y privadas.
Los daños se han extendido a la educación, con miles de niños y adolescentes que perdieron el año lectivo en 2020 y 2021 debido a que no funcionó como se esperaba la modalidad de clases virtuales.
Los estudiantes más afectados, debido a la pobreza, son los que no han tenido acceso a las nuevas tecnologías, al menos de un «teléfono inteligente», ni a Internet, según maestros de escuelas y colegios del sector público.
EFE