Nueva York, 2 septiembre de 2021.- La organización Human Rights Watch (HRW) pidió este jueves al Consejo de Seguridad de la ONU que refuerce la capacidad de la misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) para «vigilar, investigar e informar sobre los abusos contra los derechos humanos en el país desde que los talibanes tomaron el poder».
HRW hizo este llamamiento antes de que el máximo órgano de la ONU se reúna el 17 de septiembre para renovar su misión en el país asiático.
«El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe garantizar que la UNAMA y las agencias de la ONU tengan los recursos necesarios para brindar ayuda que salve vidas y para monitorear completamente los derechos humanos», escribió el director de HRW para la ONU, Louis Charbonneau, en su cuenta de Twitter.
Para la organización de defensa de los derechos humanos, «el papel de la misión de la ONU en el seguimiento del cumplimiento de los talibanes con las obligaciones internacionales de derechos humanos de Afganistán será especialmente importante».
En un comunicado, Charbonneau insistió en que los talibanes tienen «un historial terrible en materia de derechos humanos y en la violación de los derechos de las mujeres y las niñas en particular», y reclamó que «la misión de la ONU debe ser los ojos del mundo sobre el terreno para informar de manera pública sobre la situación en Afganistán».
UNAMA se creó en diciembre de 2001 tras la ocupación estadounidense de Afganistán y su misión se ha ido adaptando anualmente a las necesidades sobre el terreno.
HRW recuerda que el Consejo de Seguridad aprobó el pasado 30 de agosto una resolución en la que urge a los talibanes a mantener su promesa de garantizar la salida segura de todas aquellas personas que deseen abandonar Afganistán y subraya: «La misión de la ONU y otras agencias de la ONU deben vigilar e informar públicamente sobre el cumplimiento de los talibanes con esa resolución».
Asimismo, pide a los países vecinos de Afganistán y al resto de la comunidad internacional que no penalicen a las aerolíneas que operen en el país ahora controlado por los talibanes, así como que garanticen el asilo o al menos protección temporal a los afganos que lo soliciten.