Redacción deportes, 11 ago.- Contra todo pronóstico, la selección serbia reeditó su título olímpico tras derrotar a Croacia, el campeón mundial, por 13-11 (5-2, 3-3, 3-3, 2-3), en un partido perfecto que dominaron de principio a fin.
Y eso que Serbia, a pesar de llegar a París como doble campeón olímpico -ganó en oro en Río y en Tokio-, no estaba en ninguna de las quinielas.
De hecho, se clasificó para los cuartos de final como cuarto y último del grupo de España, con dos victorias (Japón y Francia) y tres derrotas, ya que cayó ante Australia (8-3), España (15-11) y Hungría (17-13).
Pero el carácter competitivo del equipo de Uros Stevanovic no tiene parangón. Sustentados en el brazo de Dusan Mandic, seguramente el mejor lanzador del mundo, los serbios han ido creciendo y de qué manera en el torneo.
En cuartos de final, contra Grecia, el líder del ‘grupo de la muerte’, en la repetición de la final olímpica de Tokio, ganaron los balcánicos por 12-11 y después en semifinales, frente al sorprendente equipo estadounidense, la revelación del torneo, vencieron con facilidad (10-6).
En su tercera final olímpica, Serbia lo tenían claro. Jugó fácil, pero de una manera demoledora y no necesitó el brazo de Mandic. Sustentó todo su waterpolo en las jugadas en hombre de más, en el lanzamiento desde el arco e ir sumando.
Los croatas, entrenados por Ivica Tukac, solo tuvieron una ventaja en todo el partido, el 0-1 anotado por Loren Fatovic. En el primer cuarto, dos goles de Milos Cuk, dos de Nikola Jaksic y otro de Nemanja Ubovic pusieron el 5-2 en el marcador.
La diferencia se mantuvo en el segundo cuarto. Los croatas hasta cambiaron a su portero. Entró Popadic por Bijak, que no había parado ninguno de los siete lanzamientos recibidos, pero Serbia mantuvo el margen de seguridad (7-4).
A pesar de que los serbios aumentaron su diferencia en el tercer cuarto (9-5 y 11-7), con el primer tanto de Mandic; los croatas reaccionaron, incluso tuvieron opciones de situarse en el partido, con un par de acciones para recortar a dos tantos, pero a falta de ocho minutos la diferencia se mantuvo en tres goles (11-8).
Volvió Bijak, Croacia se entonó, cerró su defensa y Vrlic puso el 11-9 en una acción de boya nada más empezar el cuarto final. A Serbia se le veían las costuras y ya no tenía tantos recursos en ataque.
Pero entonces apareció la experiencia y otra vez la calidad individual y un lanzamiento de Nikola Dedovic puso el 12-9 y prácticamente cerró el partido. Al final, Serbia ganó por 13-11. Es su sexto oro de la historia, el tercero consecutivo, solo Hungría (9) tiene más oros en Juegos.
EFE