Tegucigalpa, 1 sep – La renuncia del secretario del Parlamento de Honduras, Carlos Zelaya, y del ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, en medio de un escándalo relacionado con el narcotráfico y la eliminación del tratado de extradición con EE.UU., supone un duro golpe para el Gobierno de Xiomara Castro y, según analistas y políticos, podría tener serias repercusiones para el oficialismo de cara a las elecciones de 2025.
Carlos Zelaya y José Manuel Zelaya, hermano y sobrino, respectivamente, del expresidente hondureño Manuel Zelaya, derrocado en 2009, anunciaron este sábado su renuncia para que el primero sea investigado por la Fiscalía de Honduras tras admitir que se reunió con dos narcotraficantes que le ofrecieron dinero para su campaña.
El secretario del Parlamento y diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre, en el poder) reveló el sábado, tras comparecer ante la Fiscalía, que en 2013 participó en una reunión con Juan Ramón Matta Waldurraga, hijo del narcotraficante Juan Ramón Matta Ballesteros, que desde 1990 cumple cadena perpetua en una cárcel de EE.UU., y uno de los líderes de la banda narcotraficante Los Cachiros, quienes le ofrecieron dinero para su campaña, aunque aseguró que nunca lo recibió.
La presidenta hondureña aceptó la renuncia de su ministro de Defensa y en el cargo nombró a Rixi Moncada, una abogada cercana a su familia que fue ministra de Trabajo y gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) durante el gobierno de Manuel Zelaya, esposo de la mandataria.
El analista y excandidato presidencial Olban Valladares dijo a EFE que la renuncia de los dos altos funcionarios «solo es el inicio de algo mucho más grande» que ocurrirá en el país y aseguró que sin duda le «pasará factura» al Partido Libre en las elecciones primarias y generales de 2025.
«Su incapacidad política, social y administrativa al frente del Gobierno de la República los ha hecho fracasar», señaló Valladares, quien cree que la popularidad del Partido Libre «se esfumó rápidamente» después de que Castro se convirtió en 2021 en la candidata presidencial más votada en la historia política de Honduras, con 1,7 millones de votos.
Daño a la imagen de la presidenta
Valladares indicó que la renuncia de los dos familiares de Castro le causará un «daño enorme» a la imagen de la presidenta hondureña y debilitará más al Partido Libre, aunque, dijo, le preocupa más el impacto que tendrá el país.
«Cada una de estas acciones es un descrédito más, no solo nos hemos ubicado como país violento, como país narcotraficante, como país corrupto, sino que ahora precisamente estamos viendo que esto pone al Gobierno de la República en una posición sumamente débil», enfatizó.
La dimisión de los dos altos funcionarios ocurre cuatro días después de que la presidenta Castro decidió «dar por terminado» el tratado de extradición con Estados Unidos, un pacto que le ha permitido a Honduras extraditar a unos 50 hondureños por vínculos con el narcotráfico.
El Gobierno hondureño notificó el miércoles a la Embajada de EE.UU. en Tegucigalpa sobre la decisión de “dar por terminado” el tratado de extradición entre los dos países después de que la embajadora estadounidense, Laura Dogu, cuestionó que el ministro de Defensa y el jefe de las Fuerzas Armadas, general Roosevelt Hernández, se hubiesen reunido con el sancionado ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López.
El abogado hondureño Jaime Rodríguez coincidió con Valladares subrayando que la confesión del secretario del Parlamento es una «situación lamentable y vergonzosa» que generará «un castigo fuerte» al Partido Libre en las urnas.
Dijo a periodistas que dar por terminado el tratado de extradición con EE.UU. por las críticas de la embajadora estadounidense «es una excusa muy pobre» del Gobierno.
Salvador Nasralla, exdesignado presidencial (exvicepresidente) de Honduras, opinó por su parte que el Gobierno «tiene sus días contados» y se comprometió a reactivar la extradición con Estados Unidos de ganar las elecciones generales de noviembre de 2025.
Nasralla indicó que Carlos Zelaya admitió que se reunió con narcotraficantes porque «ya recibió la ayuda de parte de su cuñada» al eliminar el tratado de extradición con EE.UU., y consideró que por ello la mandataria hondureña se ha convertido en «cómplice del narcotráfico».
Anny Castro
EFE