Naciones Unidas, 28 jul El secretario general de la ONU, António Guterres, instó este domingo a todas las partes a ejercer «máxima contención» y evitar una «mayor escalada» tras el ataque del sábado atribuido al grupo chií libanés Hizbulá, que acabó con la vida de 12 menores en la localidad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados por Israel.
En un comunicado, el portavoz de Guterres trasladó la petición del secretario general para que «todos los involucrados muestren la máxima contención» y se evite una «mayor escalada», al tiempo que solicitó a las partes que cumplan con sus obligaciones bajo la ley internacional.
Al respecto, consideró que los implicados deben «urgentemente» reafirmar su compromiso con la implementación completa de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que desmilitariza la línea azul de separación entre Israel y el Líbano, con el objetivo de que cesen «inmediatamente» las hostilidades.
Guterres también condenó la muerte de civiles en Majdal Shams y expresó sus «más profundas condolencias» a las familias de las víctimas, deseando una «pronta recuperación» a todos los heridos.
«Los civiles, y los niños en particular, no deberían seguir soportando la carga de la horrible violencia que azota la región», remarcó el portavoz de Guterres.
Este domingo, Israel bombardeó siete regiones en el interior y sur de Líbano, en una primera respuesta al ataque que acabó con la vida de doce niños y adolescentes drusos, de entre 10 y 16 años, enterrados este domingo con la presencia de miles de personas.
El atentado contra un campo de fútbol en Majdal Shams se produjo con un cohete Falaq 1, un misil iraní con 53 kilos de carga explosiva, que es propiedad exclusiva del arsenal de Hizbulá, según afirma Israel. El grupo chií libanés reivindicó ayer varios ataques contra el Golán, pero negó responsabilidad en el impacto mortal en Majdal Shams.
Los Altos del Golán, donde ocurrió el suceso, pertenecían a Siria pero fueron ocupados por Israel en 1967 y anexionados unilateralmente en 1981.
La frontera entre Israel y Líbano experimenta su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde el 8 de octubre, un día después del estallido del conflicto en la Franja de Gaza.
El ataque de este sábado supone un recrudecimiento de la situación y hace temer una guerra abierta que se viene anunciando desde hace diez meses.
EFE