Santiago de Chile, 8 sep – Miles de personas se manifestaron este domingo por el centro de Santiago hasta el Cementerio General en la tradicional ‘romería’ que recuerda a las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), en la antesala de la 51ª conmemoración del Golpe de Estado que derrocó al Gobierno del socialista Salvador Allende (1970-1973).
«Salimos a conmemorar, recordar y exigir a nombre de nuestros familiares; los reivindicamos social y políticamente (…) la ausencia duele pero seguimos y las agrupaciones hemos logrado mantener el tema 51 años después», dijo a la prensa local la presidenta de la Asociación de Ejecutados Políticos, Alicia Lira.
En los alrededores del Palacio de La Moneda (sede de Gobierno), vehículos lanza-agua de la Policía chilena actuaron contra los asistentes tras registrarse, según reportó la prensa local, algunos incidentes con lanzamientos de objetos y pintura. Hasta ahora, 23 personas fueron detenidas por estos hechos, según el balance del Ministerio de Interior.
La ministra de Trabajo, la comunista Jeannette Jara, una de las autoridades que se dejó ver en la manifestación, señaló a los medios que «quienes cometen ciertos delitos asociados a la manifestación no contribuyen en nada a la causa de las personas que todavía buscan a sus familiares y que no saben dónde están».
El subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, por su parte, anunció que el Gobierno presentará una denuncia ante el Consejo de Defensa del Estado por daños a edificios patrimoniales y se querellará contra los dos detenidos –hasta ahora– «por uso de bombas molotov y de fuegos de artificio».
«No vamos a permitir el uso de las manifestaciones ni para alterar el orden público ni para la comisión de delitos», apuntó Monsalve.
Los participantes, entre 3.000 y 3.500 personas –según el Gobierno–, reclamaron «verdad y justicia» con fotos de sus familiares hechos desaparecer o asesinados por el régimen pinochetista y nombrando una a una a las víctimas durante el recorrido, que se extendió por unos cuatro kilómetros hasta llegar al camposanto, donde se encuentran el Memorial del Detenido Desaparecido y del Ejecutado Político, y las tumbas de Allende y del cantautor Víctor Jara, asesinado por los militares.
La dictadura de Pinochet dejó al menos 3.200 opositores asesinados, de los que 1.469 fueron víctimas de desaparición forzada. Tras décadas de búsqueda se encontraron e identificaron los restos de 307 y aún falta encontrar a otros 1.162, según las últimas cifras oficiales.
Boric presentó hace justo un año un inédito Plan Nacional de Búsqueda en el que por primera vez el Estado chileno asumió la tarea de «esclarecer» las circunstancias de desaparición o muerte, que hasta ahora había estado a cargo de organizaciones de familiares y de derechos humanos.
Hace una semana el presidente también anunció que solicitará levantar «el secreto (de 50 años) impuesto por ley» a los documentos, testimonios y antecedentes del Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, también conocida como Comisión Valech, para avanzar en la búsqueda de víctimas de la dictadura.
EFE