Poconé (Brasil), 19 septiembre.– Los estragos causados por los incendios en el Pantanal, donde las llamas ya devastaron el 22 % del gigantesco humedal en Brasil, han puesto de nuevo en la mira al acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, que tambalea por las políticas ambientales del Gobierno de Jair Bolsonaro.
Las imágenes de la vegetación arrasada en el mayor humedal del planeta y de animales heridos y calcinados por las llamas le han dado la vuelta al mundo, una devastación ambiental que es atribuida en un 95 % al hombre que actúa en muchos casos de forma criminal para beneficios particulares.
Los hechos han avivado el malestar por las políticas ambientales del Gobierno de Bolsonaro, consideradas laxas y benéficas para el agronegocio, algo por lo que esta semana comenzaron a presionar países europeos, centenas de organizaciones ecologistas y hasta empresas brasileñas.
El más reciente pronunciamiento fue el de Gobierno de Francia que este viernes reiteró su rechazo a la ratificación del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) por motivos medioambientales.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ya había amenazado con vetarlo en agosto de 2019 y la comisión independiente de expertos al que su Gobierno encargó un informe para analizar su impacto respaldó su postura.
Bolsonaro, por su parte, insistió en que su Gobierno es «un ejemplo para el mundo», en materia ambiental y que los países que protestan los incendios forestales «ya quemaron todo», aunque sin referirse directamente a Macron.
La situación es tal que, de acuerdo con versiones de los principales medios de comunicación brasileños, la Comisión Europea -poder ejecutivo de la UE- está pensando en desmembrar el pacto con el Mercosur para facilitar su aprobación.
La idea es dividirlo y apartar la parte comercial de los otros tópicos que lo conforman, como es el caso del ambiental, y negociar cada uno por separado, algo que, según fuentes diplomáticas brasileñas consultadas por EFE, sería «inédito» ya que todos los demás acuerdos de asociación de la UE «son integrados en un contrato global».
Así las cosas, esta división -mecanismo conocido como «splitting»- pondría en una situación difícil a quienes se oponen al acuerdo por motivos no comerciales, pues tendrían que considerar únicamente la parte comercial, lo que aumentaría las posibilidades de aprobación, pues solo necesitaría el sí del 55 % de los países, según los defensores de esta iniciativa.
Después de 20 años de negociación, a finales de junio de 2019 se firmó el acuerdo entre la UE y el Mercosur, que supone el mayor pacto comercial jamás alcanzado por ambas partes al crear un mercado de 780 millones de consumidores.
PUEBLOS INDÍGENAS EN RIESGO
Datos divulgados este sábado por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) señalan que entre el 1 de enero y el 18 de septiembre en el Pantanal brasileño se han registrado cerca de 16.000 focos de incendio, un 200 % más que en el mismo período de 2019.
Además de los estragos que las llamas han causado a la flora y fauna del humedal, el fuego también amenaza a los pueblos indígenas allí asentados, algunos de los cuales ya perdieron sus hogares.
De acuerdo con imágenes satelitales analizadas por la ONG, Instituto Centro de Vida, al menos tres territorios indígenas ya fueron alcanzados, afectando etnias como la Guató y la Bororo.
El territorio indígena Perigara, donde está asentado el pueblo Bororó, es el más afectado, con más de 8.000 hectáreas consumidas, más del 75 % de su territorio.
«La situación que enfrentan los pueblos indígenas, quilombolas y pescadores tradicionales del Pantanal es muy grave y no mejorará solo con el fin del fuego. Hay pérdidas materiales, de casas, equipos, jardines y huertas que habrá que recuperar para garantizar la supervivencia de estas poblaciones», indicó a EFE Alice Thuault, directora ejecutiva de ICV.
CON LOS OJOS PUESTOS EN EL PANTANAL
La situación de los incendios en el Pantanal, que Brasil comparte con Paraguay y Bolivia, tiene en alerta roja a Brasil y por eso una comisión del Senado, creada especialmente para monitorear las acciones de combate a los incendios, viajó este sábado para conocer «in sutu» la situación.
Los parlamentarios estuvieron en el municipio de Poconé donde realizaron un sobrevuelo por varias de las zonas afectadas en el humedal, hablaron con autoridades, pobladores y representantes de organizaciones no gubernamentales, y visitaron un resguardo de animales heridos por las llamas.
Caimanes, venados y especies vulnerables como la Guacamaya azul o el jaguar han sido atrapados por las llamas y su supervivencia está en veremos por la destrucción que el fuego ha hecho de su hábitat.
La Policía Federal y las autoridades de los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, que se dividen el Pantanal en Brasil, investigan el origen de los incendios que ya ha destruido más de tres millones de hectáreas del humedal.
Los incendios han sido tan potentes que el humo de las llamas comenzó a desplazarse hacia el sur del país por culpa de un frente frío, según explicó el portal «ClimaTempo».
El viernes la humareda llegó a la ciudad de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, y se prevé que en este sábado ocurra lo mismo en Río de Janeiro.
EFE