El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), hizo un llamado a los colombianos sobre el manejo responsable del tapabocas y señaló que “técnicamente no hay desabastecimiento” en el país de ese tipo de elementos, cuya demanda aumentó por el coronavirus (COVID-19).
En tal sentido, el Director General del Invima, Julio César Aldana Bula, subrayó que el tapabocas solamente lo deben “usar las personas que están enfermas o que están al cuidado de un enfermo”.
Añadió que también deben usar el tapabocas las personas que “tienen una condición de salud especial que las hace vulnerables a la infección”.
Igualmente, el Director del Invima pidió responsabilidad individual en la disposición final de esos elementos.
“El tapabocas se puede usar entre 6 y 8 horas, quizá menos, según la persona lo considere, pero la disposición final de ese tapabocas tiene que ser en un sitio que esté dispuesto para tales efectos. Es decir, una caneca de reciclaje para este tipo de dispositivos, que no son reusables”, aseveró.
“¿Qué pasaría con un tapabocas que esté rodando por allí y que manos inescrupulosas hagan uso nuevamente de ese tapabocas?”, preguntó Aldana y respondió: “Se convertiría en un vector transmisor de la enfermedad”.
Por esto, advirtió que “tiene que haber un llamado, primero, a la ciudadanía para el uso responsable del tapabocas en las condiciones que mencionamos y, algo muy importante, en la disposición final de este tapabocas”.
En relación con la disponibilidad de tapabocas en el país, el Director del Invima fue enfático en decir que “técnicamente no hay desabastecimiento”.
Explicó que se “ha hecho un trabajo exhaustivo con todos los titulares de registro sanitario; hay 53 en el país: 8 son nacionales, el resto son importadores. La primera semana del trabajo, reportaron 9 millones 300 mil unidades; esta semana que pasó las unidades subieron a 9 millones 800 mil, es decir que técnicamente no hay desabastecimiento”.
No obstante, Aldana manifestó que “es posible que exista algún fenómeno que escapa a la órbita de las competencias del Invima, pero no por eso es menos grave, que es del acaparamiento y el de la especulación. Estos son fenómenos que también son objetos de sanción y que son vigilados, en este caso, por la Superintendencia de Industria y Comercio”.
