Monterilla (Colombia), 14 mar- La movilización indígena ‘Minga por transformaciones para la vida, el territorio, la democracia y la paz’ arrancó este jueves en Monterilla, localidad del departamento del Cauca, en dirección a Cali, la principal ciudad del suroeste de Colombia, para reclamar apoyo del Gobierno por el recrudecimiento del conflicto armado en sus territorios.
Más de 7.000 indígenas llegarán desde diferentes puntos de la geografía colombiana, como los departamentos de Nariño, Putumayo, Huila, Caldas y Cauca para «defender la vida, proteger los territorios, exigir garantías, respeto por la autonomía, y acompañar los cambios estructurales y transformaciones que requiere el país para consolidar la paz con justicia social».
Este jueves la minga arrancó de Monterilla hacia Santander de Quilichao, también en el Cauca, donde participarán en un encuentro cultural antes de volver a ponerse en marcha para llegar a Cali.
En esa ciudad se celebrará este viernes la asamblea de la minga, se socializará el documento con los acuerdos y reclamos y se espera que participe el presidente, Gustavo Petro, para escucharlo, según la agenda compartida por las organizaciones.
La minga
La idea es plantear propuestas «que vayan encaminadas a lo que planteó este Gobierno en términos del Plan Nacional de Desarrollo, de las transformaciones que se requieren» para acabar con la desestabilización social y económica y el «olvido estatal, la ausencia institucional histórica» en las regiones del suroccidente colombiano, explicó a EFE Joe Sauca, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric).
«Van dos años (de Gobierno) y vemos con preocupación que aún hay cosas que faltan y que es necesario y urgente que se implementen (…) Seguimos viviendo en términos de la emergencia de derechos humanos, la violencia que viene sucediendo, pero también vemos con preocupación el equilibrio de los derechos fundamentales para cada una de las poblaciones», dijo el líder indígena.
La intención de esta movilización es «escuchar respuestas», concluyó Sauca, quien denunció la crisis humanitaria que atraviesa esta región de Colombia por la agudización de los enfrentamientos entre grupos armados, que trae consigo «reclutamiento forzado, instrumentalización de la coptación de los procesos comunitarios y también persecución, señalamiento y hostigación de líderes».
En este contexto, las organizaciones indígenas piden «revisar el escenario de los diálogos» de paz porque creen «que hay cosas acertadas, pero hay otras que están afectando la dinámica de la autonomía de las comunidades y eso preocupa, porque el hecho de hablar de paz no significa que a costa de esa paz se siga desangrando los territorios».
En este sentido, plantean que los ceses al fuego bilaterales y temporales acordados por el Gobierno con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las antiguas FARC, se conviertan en treguas multilaterales para que terminen los enfrentamientos entre grupos armados.
EFE