Quito, 29 de mayo.- El movimiento indígena de Ecuador alentó al uso de las plataformas tecnológicas en internet para acompañar las luchas sociales contra las impopulares medidas económicas y laborales aplicadas por el Gobierno nacional para superar la crisis económica, agravada por la pandemia del COVID-19.
El líder indígena, Leonidas Iza, presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC), aseguró a Efe que el uso de medios tecnológicos se presenta como una alternativa de resistencia en estos tiempos de cuarentena.
«Necesitamos garantizar las formas de lucha a través de las plataformas» digitales, comentó al evaluar la actual situación del país tras la aplicación de políticas económicas consideradas impopulares y que, según el dirigente, podrían provocar una «mayor crisis» en el futuro cercano.
«MORENO APROVECHA LA PANDEMIA»
El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, ha aplicado un conjunto de medidas fiscales para tratar de cerrar un enorme hueco fiscal que calcula llegará a los 12.000 millones de dólares a finales de año, causado por los efectos del coronavirus y el desplome del precio internacional del petróleo, el principal producto de exportación del país.
Además, Moreno se apresta a aprobar unas leyes laborales sustentadas en el Legislativo, que permite una mayor flexibilización laboral y a las que los sectores sindicales han denominado «antiobreras».
«No es posible que se cargue el peso de la crisis sobre los trabajadores del campo y la ciudad», remarcó Iza, uno de los dirigentes indígenas más críticos del presidente y uno de los que estuvo al frente de las protestas sociales de octubre de 2019.
Y advirtió que la gestión de Moreno, que terminará su mandato en mayo de 2021, no goza del respaldo popular y sólo se sustenta en la promoción que, según dijo, se hace desde los grandes medios de comunicación del país.
Moreno ha aprovechado la pandemia del coronavirus para introducir sus propuestas económicas que favorecen «exclusivamente» a los grupos poderosos del país, remarcó el dirigente indígena al justificar el descontento social demostrado en las últimas manifestaciones efectuadas en medio de la cuarentena.
«No deberían haber más contagios» y, por eso, se ha sugerido que se realicen «plantones y marchas, pero con normas de seguridad sanitaria» rigurosas, como el distanciamiento social y el uso de las mascarillas, añadió Iza.
SIGUE LA LUCHA SOCIAL
También sugirió mantener «los cacerolazos» y el embanderamiento de las ciudades en señal de rechazo al Gobierno, así como la colocación de carteles de demandas sociales en las puertas de las casas y de las instituciones.
Iza dijo temer que haya una respuesta desproporcionada por parte del Gobierno, que ya ha planteado el uso de la fuerza para controlar el orden en el país, además de elementos «disuasivos» como parte de los dispositivos de seguridad cuando se despliegan contingentes de militares y policías.
No obstante, aseguró que el Gobierno «esta vez no va a salir ileso» como pasó durante la rebelión de octubre del año pasado, cuando los movimientos sociales, tras once días de intensas protestas, hicieron retroceder al Ejecutivo en la aplicación de unas medidas que incluían la eliminación de subsidios a los combustibles.
Para el dirigente indígena, el hecho que el presidente Moreno insista en esa y otras medidas sólo tienen, a su juicio, la intención de cumplir con los acuerdos que ha adquirido con organismos multilaterales (como el FMI o el Banco Mundial) y con grupos poderosos del país (banqueros).
«Ahora ha quedado en evidencia el mal manejo de la crisis» por parte del Gobierno, añadió Iza, que identificó tres graves problemas estructurales derivados de las últimas decisiones del Ejecutivo en medio de la pandemia.
Los despidos masivos de trabajadores en los sectores público y privado, la reducción de la jornada laboral y del salario, y una nueva modalidad de negociación obrero-patronal son elementos que, en el medio y largo plazos, van a provocar «una profunda crisis» económica en el país y que pondrá en riesgo el modelo de dolarización que rige en el país desde el año 2000, remarcó.
RENEGOCIAR LA DEUDA
También calificó como una «trampa» la decisión del mandatario de liberalizar el precio de las gasolinas, con la justificación de que ahora ese valor bajaría en 10 centavos de dólar, pero que en poco tiempo podría trepar hasta superar los 3 dólares por galón (4 litros).
«Esto es una trampa» y tiene, además, la intención de «eliminar el papel regulador del Estado» para entregárselo al sector privado que busca más su poder de acumulación que resolver los problemas sociales, según interpretó Iza.
Para el dirigente indígena, Ecuador debería renegociar la deuda externa y pedir una moratoria, en atención a que el país está «quebrado»; además de detener la fuga de divisas hacia paraísos fiscales ya que, según las autoridades, hay más de 36.000 millones de dólares afuera.
«Hay que repatriar esos capitales» y pedir al sector financiero del país que «pongan a trabajar» los 12.500 millones de dólares que poseen como patrimonio y capital global, añadió el dirigente indígena que es también ingeniero ambientalista de profesión.
Las medidas aplicadas por el Gobierno del presidente Moreno «sólo protegen a los empleadores», remarcó Iza y apostilló que no se debe «trasladar la crisis solamente al sector trabajador, al sector popular».
EFE