Mientras que Antioquia y Cundinamarca han tenido inversiones por más de $21 billones desde 2017, los recursos para Arauca, Vichada, Guaviare, Vaupés y Guanía son de menos 0,05 billones (unos 50 mil millones de pesos).
Bogotá, D.C., 15 de enero de 2024
El decreto de emergencia por desastre natural que anunció el presidente Gustavo Petro para destinar $500 mil millones que permitan terminar este año la vía Medellín-Quibdó, ratifica –como dice el mandatario- que las inversiones en infraestructura de transporte en el país han estado supeditadas, por años, a “decisiones políticas”.
El mandatario colombiano aseguró en su declaración en el Carmen de Atrato, Chocó, lugar de la tragedia que dejó 38 personas fallecidas, que solo entre 2017 y 2022 “las inversiones en infraestructura vial durante estos años se han concentrado en dos o tres regiones de Colombia, dejando prácticamente por fuera de la inversión pública el resto de Colombia, y fundamentalmente los territorios más excluidos del país”, dijo.
El jefe de Estado reveló el pasado 3 de enero en su cuenta oficial de X (antes Twitter), un cuadro que relaciona estas inversiones en los últimos cinco años, en los que se muestra la “Inversión histórica sector transporte 2017-2022”, donde se evidencia que han sido tres las regiones más privilegiadas por entidades como la ANI, Invías y Aerocivil.
Así, mientras Antioquia en ese lapso tuvo una inversión de $13,23 billones, Cundinamarca $8,75 billones y Santander $5,86 billones; regiones como La Guajira, Arauca, Vichada, Guaviare, Vaupés y Guanía, escasamente han tenido recursos por menos 0,05 billones (unos 50 mil millones de pesos).
En ese lapso de cinco años el departamento del Chocó tuvo una inversión en infraestructura vial por $1,45 billones, según el cuadro comparativo.
Según el presidente Petro, el problema de esta desigualdad radica en que “políticamente las obras que más presión tienen, se hacen con mayor velocidad, y las obras que son de los territorios excluidos de muchos departamentos, son ralentizadas, es decir son financiadas con vigencias futuras y, por tanto, construidas en mucho más tiempo”.
Ejemplo de ello, explicó el mandatario, es la carretera Medellín-Quibdó, que lleva más de dos décadas en construcción, tiene menos inversión por kilómetro que las otras vías que por decisión política se han acelerado, y está programada para concluirse dentro de siete años “sin un tratamiento de taludes”.
Transformación del territorio
“Este Gobierno ha tomado la decisión, no ahora sino desde hace un año, de redistribuir los recursos de tal manera que el territorio excluido tenga una mucha mayor inversión pública en Colombia. La transformación del territorio es el objetivo de este Gobierno, sin eso no hay cambio y no construimos paz”, señaló el presidente Gustavo Petro en Carmen de Atrato, Chocó.
Una de las grandes apuestas del Gobierno Petro es la actualización del Plan Maestro de Transporte Intermodal que demanda inversiones por $240 billones en las próximas tres décadas para articular los sistemas de transporte férreo, fluvial, marítimo, aéreo y carretero.
Además, para potenciar las regiones, el Gobierno del Cambio creó a finales de 2023 el Invir (Instituto Nacional de Vías Regionales) entidad adscrita al Ministerio de Transporte que se encargará de la construcción, mantenimiento y mejoramiento de las vías terciarias del país.
El Invir se encargará de los cerca de 150 mil kilómetros de vías terciarias que tiene el país, pero no reemplazará al Invías, entidad que seguirá administrando unos 10.500 kilómetros de vías nacionales no concesionadas. La ANI, por su parte, seguirá con los cerca de 18 mil kilómetros de vías nacionales que hoy tiene a su cargo.
