Ciudad de México, 29 de noviembre de 2021 – La intervención temprana es clave para detener la progresión del cáncer de próstata, obtener mejores resultados con los tratamientos y prolongar la supervivencia de los pacientes, señaló este lunes un especialista.

«(Desafortunadamente) en México y en Latinoamérica se diagnóstica usualmente en estadios avanzados el cáncer de próstata», afirmó a Efe José Regalado, gerente médico regional de Janssen Oncología, con motivo del mes de concientización y prevención de esta enfermedad.

El cáncer de próstata, agregó, ocupa el segundo lugar en mortalidad por cáncer en México con 7.500 defunciones al año y el primer lugar en casos nuevos en hombres anualmente registrados con alrededor de 27.000.

Esta enfermedad se presenta en adultos mayores de 60 años y, entre otros factores, inciden la edad, la raza, antecedentes familiares y genéticos.

Regalado mencionó que debido a que en sus etapas iniciales el cáncer de próstata no presenta síntomas, es complicado que los pacientes sospechen la enfermedad, por lo que hasta un 70% de los casos se diagnostican en etapas avanzadas.

Sin embargo, es posible identificar algunos signos que podrían indicar que algo está mal.

Entre ellos están la dificultad, dolor e incompleta expulsión de orina, el deseo de orinar constantemente, en algunas ocasiones sin conseguirlo, el aumento de micción en el día o la noche, y el goteo o presencia de sangre en la orina.

El experto precisó que los signos de alerta son problemas al orinar, sangre en la orina, disfunción eréctil, dolor en la cadera o espalda y debilidad o fatiga.

INDISPENSABLE LA ATENCIÓN PRIORITARIA

Regalado destacó la importancia de atender el padecimiento de manera temprana, ya que si la detección es oportuna es un cáncer que se puede curar.

«En estadios avanzados ya no es curable, pero lo que logramos es controlar lo más posible la progresión de la enfermedad», apuntó.

Destacó que un examen de solo 15 segundos -tacto rectal- podría frenar el incremento en la incidencia de pacientes con cáncer de próstata.

Sin embargo, lamentó que en algunos casos no existe un buen diagnóstico oportuno por lo que «la enfermedad progresa muy rápido pese al tratamiento», y en muchas ocasiones el paciente muere entre dos y tres años después del diagnóstico.

Indicó que existen factores de riesgo como antecedentes genéticos, la raza, la edad y la exposición a radiaciones o productos químicos que elevan la probabilidad de desarrollar el padecimiento.

Pero, además, dijo, cuando un paciente ya es diagnosticado se tiene que evaluar cuál es la mejor opción de tratamiento para el paciente e iniciarlo de manera inmediata.

«Afortunadamente tanto en hospitales públicos como privados hay acceso prácticamente a todas las opciones de tratamiento; nuestros procesos de aprobación de terapias innovadoras han sido cada vez más efectivos», puntualizó.

Afirmó que Janssen se ha esforzado desde hace una década para lograr que en un futuro esta sea una enfermedad crónica, tratable y curable.

Fueron pioneros, incluso, al desarrollar la primera terapia hormonal de la nueva era, la cual marcó un hito y abrió nuevas posibilidades en la atención de los pacientes que hoy siguen beneficiándose de nuevas opciones terapéuticas.

Pero precisó que su aportación va más allá pues su investigación no solo está enfocada en el desarrollo de moléculas que permita no solo controlar la enfermedad «sin ofrecer calidad de vida de nada sirve que el paciente viva más tiempo si el tiempo que está no lo vive con calidad».

Finalmente, señaló que este tipo de cáncer sigue siendo un problema de salud pública y por ello hizo un llamado a trabajar en conjunto, no solo pacientes y especialistas, sino los gobiernos quienes deben reforzar sus campañas de prevención.

También hizo un llamado a los pacientes a atender su salud «para mantener un diagnóstico oportuno y, sobre todo, no poner en pausa la salud», señaló.

EFE

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