Jerusalén, 24 abr – Israel bombardeó hoy objetivos del movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza en respuesta al lanzamiento cohetes desde el enclave, desde donde milicianos palestinos dispararon un total de 36 proyectiles en un contexto de creciente tensión tras una serie de enfrentamientos en Jerusalén.
«Aviones de combate y helicópteros impactaron objetivos militares de Hamás en la Franja de Gaza, incluyendo infraestructura subterránea y lanzacohetes», señaló el Ejército israelí en un comunicado, en el que detalló que el ataque fue una represalia por el lanzamiento de proyectiles desde el enclave.
Según fuentes palestinas en la franja nadie resultó herido producto de estos bombardeos pero sí se registraron severos daños materiales.
El ataque israelí siguió a una noche de incesantes lanzamientos de cohetes desde Gaza, que hicieron sonar las alarmas antiaéreas en las comunidades colindantes al enclave.
Si bien el Ejército explicó que tan solo seis de los proyectiles lanzados fueron interceptados, hasta el momento no se han reportado daños ni heridos en territorio israelí.
Los 36 cohetes disparados esta mañana representan la cifra más alta de lanzamientos desde febrero del 2020 y se producen en un marco de creciente tensión en la zona, tras registrarse durante la última semana una serie de fuertes altercados entre palestinos e israelíes en Jerusalén.
Aunque ninguna facción palestina en Gaza se adjudicó el lanzamiento de los cohetes de esta madrugada, distintos grupos armados emitieron un comunicado conjunto en el que advirtieron a Israel que «pagaría un precio» por la represión de las manifestaciones en Jerusalén.
Tras una noche particularmente violenta el pasado jueves, con 120 heridos y 50 detenidos, ayer se registraron múltiples protestas de palestinos tanto en Gaza como en Cisjordania ocupada y nuevamente en la Ciudad Santa.
Si bien las manifestaciones de ayer no escalaron, múltiples personas fueron heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes.
La violencia en Jerusalén comenzó hace 10 días, tras la prohibición por parte de la Policía israelí de aglomeraciones de gente en la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja durante el mes sagrado musulmán de Ramadán, algo que enfureció a la población palestina de Jerusalén Este, ocupado y anexionado por Israel y desencadenó una serie de enfrentamientos.