Jerusalén, 30 de enero de 2022 – El primer ministro de Israel, Naftali Benet, apuntó hoy el «comienzo de una estabilización» de la quinta ola de coronavirus provocada por la variante ómicron, aunque advirtió de que los casos graves, que hoy superaron el millar, todavía son altos.
«Estamos lidiando con un hacinamiento en los hospitales y un número aún elevado de infectados», indicó Benet sobre el aumento de las hospitalizaciones, las más altas en alrededor de un año, y que no esperan que remitan hasta finales de semana.
Sanidad registró en las últimas 24 horas más de 53.000 casos, pero a su vez un descenso en el ratio de reproducción -que representa el número promedio de personas que infecta cada portador- por debajo de 1, lo que apunta a una disminución de la propagación del virus.
Los casos graves se sitúan en 1.110 y las autoridades estiman que no han llegado al pico por lo que no descenderán hasta finales de la próxima semana.
La mayoría de los enfermos de covid son personas no vacunadas o con una pauta de vacunación sin validez (solo una dosis o pasado más de seis meses desde la segunda inyección).
Israel registra este mes de enero el número de positivos más alto de los dos años de pandemia, con casi un 50% del total de contagios desde marzo de 2020 detectados durante esta ola de ómicron.
La tasa de vacunación se mantiene con casi 4,5 millones de personas -de más de 9,4 millones de residentes- vacunados con una tercera dosis y unas 623.000 con una cuarta, desde que comenzara a aplicarse a principios de enero.
Pionero en administrar la cuarta dosis, el país está administrando esta inyección de refuerzo a los mayores de 60 años, inmunodeprimidos, y adultos en general con patologías médicas, sus cuidadores y personas con riesgo de exposición a la covid-19.
Un total de 2.759.031 personas se han contagiado de coronavirus y 8.658 han fallecido en Israel en estos dos años de pandemia.
EFE