Jerusalén, 6 de agosto de 2025.- Las autoridades de Israel decidieron hoy vetar durante seis meses al principal clérigo musulmán de Jerusalén de la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para el islam y que algunos israelíes radicales reclaman para el culto de judíos, recoge la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
Según el medio, que cita al abogado del muftí de Jerusalén (principal autoridad suní en la ciudad santa y responsable de los lugares sagrados), Mohamed Huséin, el veto llega después de que el clérigo condenase la situación humanitaria en la Franja de Gaza, fruto del bloqueo a la ayuda impuesto por Israel, que controla todos los accesos al asediado territorio palestino.
Huséin ya había sido vetado durante ocho días de acceder a Al Aqsa el mes pasado, una decisión que las autoridades policiales de Jerusalén decidieron hoy extender durante seis meses.
Al Aqsa, conocida en español como la Explanada de las Mezquitas y llamada Monte del Templo por los judíos israelíes, es uno de los principales focos de tensiones en Jerusalén, ya que parte de la ultraderecha israelí lo reclama para el culto de judíos por ser el lugar donde se erigieron, hace más de 2.000 años, el Primer y el Segundo Templo.
El grupo islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza y tiene presencia armada en Cisjordania ocupada, condenó la decisión de las autoridades israelíes y dijo que forma parte de «los intentos de la ocupación (Israel) de imponer su control sobre la mezquita de Al Aqsa».
«Pedimos a la Liga Árabe y a la Organización para la Cooperación Islámica que tomen medidas urgentes contra las medidas de judaización de la ocupación», dijo el grupo en un comunicado.
Aunque la gestión del lugar corresponde a Jordania desde la ocupación del este de Jerusalén por Israel en la guerra de 1967, la Policía israelí controla todos los accesos al complejo y suele permitir la entrada constante de grupos de judíos radicales, que rezan y pasean por el lugar bajo la protección de los agentes.
Las incursiones violan los entendimientos entre Israel y Jordania sobre la explanada, conocidos como el ‘statu quo’, ya que el lugar debería estar reservado al culto de musulmanes, mientras que los judíos, al igual que los cristianos y los turistas, pueden visitarlo en horarios limitados pero no rezar abiertamente.
EFE