Roma, 10 abr – El Gobierno italiano ha ordenado a las regiones acelerar la vacunación de los ancianos y de las personas vulnerables, dándoles prioridad frente a otras categorías, debido al todavía alto número de fallecidos diarios por coronavirus.
El comisario para la emergencia, el general Francisco Figliuolo, firmó anoche una ordenanza en la que se insta a los gobernadores regionales a «proceder con la máxima celeridad en la vacunación» de las personas más vulnerables al virus Sars-CoV-2.
Así, se exige completar la vacunación en primer lugar de todos los mayores de 80 años con el compuesto Vaxzevria, el de AstraZeneca, recomendado en Italia para mayores de 60 años tras las trombosis confirmadas por la Agencia Europea del Medicamento.
El primer ministro Mario Draghi aseguró el pasado jueves que para reabrir el país, que mantiene importantes restricciones al menos hasta el 30 de abril, primero se deberá inmunizar a la población más expuesta al virus, los ancianos.
En este sentido indicó que prefiere tener el 100 % de personas mayores vacunadas que el 30 % de toda la población italiana.
Por esa razón se ha emitido esta ordenanza, para acelerar una campaña de vacunación que procede a un ritmo muy inferior a las 500.000 dosis diarias que se había fijado el Gobierno para mediados de abril (unas 300.000 diarias actualmente).
Actualmente se han inyectado 12,5 millones de dosis, sobre todo entre el personal sanitario y mayores de 80 años, y se ha inmunizando a 3,8 millones de italianos.
No obstante las regiones han trasladado al Ejecutivo su temor ante la falta de suministro, según recoge hoy «Il Corriere della Sera». Italia conserva en sus frigoríficos 3,2 millones de dosis, a la espera de más llegadas, y muchas deberán ser usadas para completar la pauta de las personas ya vacunadas.
La ordenanza de Figliuolo además tiene por objetivo poner coto a las personas vacunadas sin ser especialmente vulnerables, algo que el propio Draghi ha lamentado y denunciado públicamente.
En la lista de categorías vacunadas, la tercera más numerosa -tras el personal sanitario y los mayores de 80 años- está denominado como «Otros», con más de dos millones y medio de dosis administradas.
En ese grupo se incluyen a los mayores de 70 años o personas con graves patologías, pero también otros sectores no expuestos particularmente, como jueces, abogados y funcionarios. El caso más sonado ha sido el de los curas de la diócesis de Taranto (sur).
Todo esto se da en un contexto en el que la pandemia parece no remitir con la contundencia esperaba: «Los contagios están cayendo lentamente», exponía ayer el presidente del Instituto Superior de Sanidad, Silvio Brusaferro.
Ayer se confirmaron 18.938 contagios desde el día anterior, pero lo que preocupa especialmente es el número de muertos, más de 400 diarios en los últimos días (ayer 718 pero por 258 casos de los pasados meses notificados por Sicilia).