Roma, 1 may – Italia celebra hoy el Día de los Trabajadores, entre medidas de seguridad por el coronavirus como el pasado año, para reclamar esfuerzos que mejoren el mercado laboral tras la pandemia y con esperanza por el Plan de Recuperación.
Los tres principales sindicatos, CGIL, CISL y UIL, han organizado una serie de actividades bajo el lema «Italia se cura con trabajo», marcadas por las medidas de prevención de contagios.
Evitando grandes aglomeraciones, los líderes de cada sindicato acudieron a las fábricas para hablar de «reconstrucción», palabra clave para el futuro tras la crisis sanitaria, tras la pérdida de 900.000 puestos de trabajo en el último año.
El secretario del mayor sindicato, la CGIL, Maurizio Landini, acudió a la acerería de Terni; el de la CSIL, Luigi Sbarra, fue al hospital del municipio romano de Fontana di Papa, y el de la UIL, Pierpaolo Bombardieri se manifestó frente a una sede de Amazon.
«En una fase difícil de la vida del país, en la que se necesita recomenzar unidos, con responsabilidad y cohesión social, queremos reivindicar unidos el valor de la importancia del empleo para reconstruir las bases de nuestro país y afrontar con igualdad y solidaridad las graves consecuencias económicas y sociales de la pandemia», apuntan las tres organizaciones en un comunicado.
En Turín (norte) sí que se manifestaron numerosas personas convocadas por sindicatos menores y se vivieron algunos momentos de tensión con la policía. Además se simuló la decapitación con una guillotina del primer ministro, Mario Draghi.
Por otro lado, el presidente de la República, Sergio Mattarella, conmemoró a las víctimas de accidentes laborales depositando una corona de flores en la sede de la Seguridad Social en Roma y después presidió un acto en el Palacio del Quirinale.
El Primero de Mayo, dijo ante algunos pocos asistentes, supone «una ocasión para afirmar la confianza en el futuro» tras este difícil año de emergencia sanitaria.
En la recuperación de Italia jugará un papel determinante el Plan de Recuperación ideado por el Gobierno de Mario Draghi, dotado con 222.000 millones de euros entre fondos europeos y recursos propios derivados de una nueva desviación presupuestaria.
Un documento que ya ha sido enviado a la Comisión Europea para su supervisión.
El jefe del Estado aseguró que «la ambición» del Plan de Recuperación ha sido unir esfuerzos en la política para dar la batalla por el empleo: «Hay que reconocer el bien común y perseguirlo, no podemos perder la ocasión de dar entre todos un paso adelante», dijo Mattarella.
El sindicalista Landini cree que en Italia es preciso «cambiar el modelo de desarrollo» y a ello podrá contribuir este Plan que apuesta por la transición ecológica y la modernización.
Por la tarde tendrá lugar el tradicional concierto del Primero de Mayo, que del mismo modo que el pasado año será retransmitido por televisión desde el Auditorio de Roma y no en la plaza de San Juan de Letrán, símbolo del sindicalismo italiano y a la que cada año acudían miles de personas a celebrar el día con música.