Madrid, 29 de junio de 2022.- El papel de China en el conflicto ucraniano y su estrecha relación con Rusia, a pesar de las continúas llamadas a Pekín a actuar de forma más responsable, es un asunto «bastante preocupante» para Japón, aseguró hoy a EFE Koichiro Matsumoto, director de comunicación internacional del Gabinete del primer ministro nipón, Fumio Kishida.
«Estamos analizando cómo se establecen las estrechas relaciones entre Rusia y China, y hemos estado reclamando a China que actúe de forma más responsable. Antes de la agresión rusa en Ucrania, el propio presidente ruso, Vladimir Putin, fue a Pekín en la víspera de la inauguración de los Juegos Olímpicos en febrero y llegaron a una declaración conjunta en la que se oponen a la expansión de la OTAN», destacó Matsumoto.
Este posicionamiento de China sobre la invasión, junto con los vuelos conjuntos de bombarderos en el Mar de Japón suponen para Tokio algo «bastante preocupante», añade el también vicesecretario de Asuntos Públicos del gabinete nipón.
Japón participa por primera vez en su historia en una cumbre de esta alianza, que ha invitado para la ocasión al país asiático junto con sus vecinos en la región Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
«Estamos encantados de estar aquí por invitación de la OTAN», que ha presentado un nuevo Concepto Estratégico por primera vez en 12 años. «Y la OTAN nos ha pedido que presentemos nuestras preocupaciones en la región, en el este de Asia», señaló.
«Como saben, ha habido muchos casos en los que se ha intentado unilateralmente cambiar el statu quo por la fuerza, por ejemplo, en el Mar de China Oriental. China se ha entrometido en aguas territoriales 35 veces el año pasado. Nueve veces este año ya. Y por supuesto, no necesito mencionar lo que está pasando en el Mar de China Meridional. Así que estamos tratando de plantear todas estas cuestiones, de forma clara y sencilla, a los ojos de los miembros de la Alianza», destaca.
Con respecto a la intención de Japón de incrementar su capacidad militar, Matsumoto aseguró que el primer ministro Kishida mencionó recientemente la intención del país de «aumentar significativamente nuestra capacidad de defensa en los próximos cinco años. Y para ello, revisaremos la Estrategia de Seguridad Nacional, que se elaboró en 2000. Así que vamos a elaborar una nueva estrategia de seguridad que servirá de pauta para fortalecer nuestra capacidad de defensa».
En este sentido, quiso destacar la situación de Japón en la región, marcada por «vecinos muy complicados» como Corea del Norte, que ha realizado hasta 15 lanzamientos de misiles este año, o China con la modernización de su arsenal nuclear.
No obstante, descartó que Japón vaya a sopesar el uso de este armamento: «Tratar con estos vecinos y adquirir armas nucleares son dos cosas totalmente diferentes. El primer ministro Kishida dejó muy claro que nos seguiremos ateniendo a los tres principios no nucleares. Es decir, no crearemos, no tendremos y no permitiremos la introducción de armas nucleares» en el país.
Además, adelantó que Japón no invitará a Rusia a la cumbre de líderes del año próximo en Hiroshima, ciudad del oeste de Japón que fue la primera en ser bombardeada con armas nucleares en 1945: «La respuesta corta es absolutamente no, porque no son socios afines y actualmente no vemos que compartan los valores fundamentales que conforman la comunidad internacional actual con Rusia».
Recientemente, el primer ministro nipón ha trazado símiles entre la situación de Ucrania y lo que podría ocurrir en Asia-Pacífico, y en concreto en Taiwán, a raíz de los movimientos militares chinos en el Indopacífico que podrían vaticinar preparativos para una toma por la fuerza de ese territorio autónomo que Pekín considera como parte de China.
«No podemos ser totalmente indiferentes a la seguridad del estrecho de Taiwán. Y nos gustaría ver la resolución pacífica. Esta cuestión pasa por el diálogo», aseguró Matsumoto.
El portavoz nipón hizo una llamada a la OTAN para estrechar su colaboración con Japón. «Nos gustaría que se reforzaran más áreas de cooperación, particularmente en el área de la seguridad marítima y también en la cibernética, así como en las tecnologías emergentes, porque estos son puntos muy importantes que darán forma a la tecnología de defensa y a la características de la defensa en este siglo XXI».
Javier Picazo Feliu
EFE