Leópolis (Ucrania), 14 nov- Los residentes desplazados de Jersón esperan un rápido regreso a sus hogares tras la recuperación de la ciudad por parte de Ucrania, pero las autoridades advierten de que podría ser necesario evacuarla de cara al invierno ante posibles ataques rusos y los daños en las infraestructuras.
Emilia Khutkovska huyó junto con su hija Viktoriia a Leópolis, al oeste de Ucrania, después de que Jersón fuera ocupada en marzo, y cuenta a EFE que está tratando de convencer a su hija para que sea cautelosa.
Viktoriia se siente eufórica y quiere regresar a Jersón lo antes posible para reencontrarse con sus amigos antes incluso de que se permita oficialmente, pero sus padres piensan que es mejor esperar a que la ciudad sea segura.
El jefe de la administración militar regional, Yaroslav Yanushevich recomendó a los residentes de la capital regional que abandonaran la ciudad liberada con destino a «regiones más seguras» y advirtió de que es «altamente probable» que se produzcan ataques de la artillería rusa.
Además, arguyó, las infraestructuras que deben garantizar el suministro eléctrico, de calefacción y de agua han sufrido «daños severos».
Durante la visita de hoy del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se escucharon en la ciudad varias explosiones, aunque no ha habido informes oficiales sobre ataques rusos contra la ciudad.
La capital regional permanece cerrada para aquellos que quieren entrar en ella o abandonarla, por el momento, y el propio presidente dijo que las labores de desminado todavía continúan y que varias personas han muerto hasta ahora en explosiones causadas por estos artefactos.
Las fuerzas de seguridad prosiguen además con su búsqueda de solados rusos y los Servicios de Seguridad de Ucrania (SBU) informaron hoy de la detención de un soldado profesional ruso vestido de civil que trataba de hacerse pasar por un vecino de la ciudad.
Según los SBU su misión era recolectar información, seleccionar objetivos para las tropas rusas y organizar maniobras de distracción, pero fue identificado gracias a las medidas de estabilización «sistemáticas» llevadas a cabo en cooperación con la policía.
De acuerdo con el analista militar ucraniano Mykola Bielieskov, es probable que Rusia haya usado la evacuación masiva de civiles de Jersón para retirar a la mayor parte de sus tropas de la ribera occidental del río Dniéper.
Ésta es la explicación más plausible de cómo Moscú ha logrado evitar pérdidas comparables a las de sus recientes derrotas en la región y en la provincia de Járkov, escribió en su cuenta de Twitter.
Un residente de Jersón, Vitaliy, que cuenta con una casa de fin de semana al este del río, en la localidad de Gola Prystan, confirmó a EFE que las tropas rusas se están asentando ahora en la ribera oriental del Dniéper.
Vitaliy dice que los vecinos de la zona han sido advertidos de que sus viviendas serán inspeccionadas para elegir el mejor alojamiento para los soldados.
Por otro lado, los operadores de telefonía móvil ucranianos han logrado restablecer la conexión en el centro de Jersón y la compañía estatal de ferrocarril ha prometido restablecer pronto los enlaces ferroviarios, mientras que oficinas de correos, tiendas y farmacias se preparan para la reapertura.
No obstante, la situación se ve complicada por la falta casi completa de electricidad y otros suministros vitales, que hace que cargar un teléfono móvil siga siendo un reto, a pesar del restablecimiento de la cobertura en algunas zonas.
Ante la expectativa de que las temperaturas caigan por debajo de cero grados centígrados esta semana por primera vez este otoño, la falta de calefacción en los hogares también se convertirá en un problema creciente.
Hasta ahora las temperaturas interiores eran de entre 14 y 16 grados centígrados, explica Olena, una residente de Jersón, a EFE.
A pesar de todo, el ambiente en la ciudad es celebratorio y un vídeo que está siendo difundido en Telegram explica la súbita aparición de tantas banderas ucranianas en una ciudad donde su posesión, durante el periodo de ocupación, podía ser motivo de detención.
En él se ve a una mujer que sonríe mientras desentierra una bolsa con la bandera de debajo de una de las baldosas de su patio, donde la tenía escondida.(EFE).
Rostyslav Averchuk