Jóvenes secuestrados por criminales infiltrados en las barras fueron liberados

Desde el sábado 26 de septiembre estaban desaparecidos Pedro Pablo Castrillón y Juan Camilo Atehortúa Rendón, conocidos por ser hinchas de fútbol, uno del Deportivo Independiente Medellín y el otro de Atlético Nacional. Gracias, en este caso, a la Policía, los jóvenes fueron liberados en el barrio Ajizal del municipio de Itagüí.

No es la primera vez que desde Análisis Urbano hemos tenido que comunicar este tipo de noticias, muchas veces con consecuencias mucho peores. Pedro y Juan Camilo, menores de 30 años, fueron secuestrados por delincuentes, quienes fueron a raptarlos al barrio Sevilla. Fuimos el único medio de comunicación en hacer la denuncia y seguimiento permanente de lo ocurrido, desde el secuestro hasta la liberación.

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El motivo de todo esto, todo parece indicar, es el robo del trapo «rojo azul» de Los Chatarrerox, la barra insignia del Deportivo Independiente Medellín y la Rexixtenxia Norte.

Ojo, haya sucedido o no el robo, las personas secuestradas no tuvieron nada que ver con él. Solo eran hinchas de un equipo de fútbol. De hecho, Pedro Pablo incluso hacía parte de la banda a la que le sacaron el trapo. Por otro lado, Atehortúa pertenecía a La Mafia 1989, una de las barras más antiguas y tradicionales de Atlético Nacional.

Seguimiento al caso:

La comunidad de Los Del Sur, asociación de las barras y encargada de dar una voz oficial en este tipo de sucesos cuando un hincha de Atlético Nacional está involucrado, publicó en sus redes sociales el siguiente mensaje sobre la desaparición de Juan Camilo Atehortúa:

“Hinchas de un equipo rival amenazaron ayer a uno de nuestros líderes con hacer daño a la integridad de él y de nuestro compañero hoy desaparecido, ojalá su desaparición no sea que están cumpliendo entonces con sus amenazas. Ya todas las autoridades están enteradas y andan tras el rastro de nuestro querido amigo”, publicaron.

De la misma manera, aclararon que el presunto robo y el secuestro no tuvo nada que ver con la Rexistenxia Norte, equivalente a Los Del Sur para el Medellín. Es decir, desde la organización de barras del Medellín no se ejecutó ningún secuestro, no se hizo ninguna amenaza y no se reportó ningún robo.

¿Entonces quiénes fueron?

De acuerdo a la información que nos proporcionaron, una bandera del Medellín se desapareció de un depósito ubicado en el Estadio Atanasio Girardot, por lo que llamaron a amenazar a los líderes de Los Del Sur, sin pruebas, y a avisarles que el secuestro sucedió por el robo (presunto robo) de la bandera.

El mensaje que los captores entregaron a los líderes de Los del Sur y a los familiares de los secuestrados fue: “O aparece la bandera o no aparece él (Juan Camilo Atehortúa) vivo”.

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Esto sucede en una época en la que, sabemos, se produce en Colombia y en Medellín violencia policial incluso contra la prensa, masacres que no alcanzamos ni a contar y asesinatos de líderes sociales en todo el territorio.

Vemos que, una vez más, se produce un hecho violento solo por el hecho de “defender” los colores de una bandera de un equipo de fútbol. Equipo que está haciendo lo propio sobre el campo y sin secuestrar a nadie.

¿Fútbol en paz en Medellín?

Desde la administración de Federico Gutiérrez y ahora con la de Daniel Quintero, el estadio Atanasio Girardot volvió a albergar las hinchadas de Atlético Nacional y el Medellín de manera simultánea, con la condición de que los clásicos se vivan en paz. Esto ha sucedido, pero otra cosa es afuera del estadio.

Hay que decir que algunos de los jóvenes que pertenecen a las barras de equipos de fútbol en Colombia también están relacionados con actividades delictivas de bandas criminales que ejecutan secuestros e incluso asesinatos.

No obstante, muchos otros jóvenes deciden vivir el aliento de la barra de fútbol de otra manera, enfocados al proceso comunitario y a la construcción social que un colectivo de tanta gente y de tanta pasión implica.

Análisis Urbano hizo seguimiento hasta que se confirmó que los jóvenes habían sido liberados:

Tal es el caso de La Más Barra, uno de los contingentes insignias de Los del Sur, quienes, liderados por Santiago Bolívar Sepúlveda, llevan a barrios – donde no llega la Alcaldía- centenares de disfraces, juguetes, donaciones, para los niños y las personas de la comunidad. Esto lo hacen en conjunto con otras barras, y también con barras del Medellín.

En este caso, como ya dijimos, Pedro y Juan Camilo fueron liberados antes de que sucediera algo que se pudiera lamentar más, pero sabemos que hay cientos de madres de hinchas de equipos de fútbol paisas que llevan meses y años buscando razones por sus hijos. Razones que nadie les da.

Una historia de no acabar

La Policía (el Gaula y la Sijín), liderados por el brigadier general Eliécer Camacho, atendieron con prontitud en el caso que se presentó el pasado sábado, también con el precedente de que se trataba de un acto intimidatorio y, si bien vulneraron los Derechos Humanos de los hinchas, no lllegaron a hacerles daño físico.

Otra historia quizás estaríamos contando si la Fuerza Pública no hubiera respondido con prontituda esta denuncia.

Este no es el caso de otros hinchas de los que tenemos conocimiento quienes, volviendo de un partido hace semanas, fueron interceptados en un bus por lo que testigos afirman que fueron agentes de la Fuerza Pública, en concreto del ala militar.

Estas personas no han aparecido, y sus madres quieren al menos saber si pueden ir a buscar sus cuerpos a algún lado.

Desde la agencia de prensa Análisis Urbano hacemos la invitación a que el fútbol sea motor de transformación social y paz, no de muerte y delincuencia. Queremos que el fútbol en en nuestra ciudad y en nuestro país siga cambiando vidas para bien, no llevándoselas. Le queremos decir a la comunidad paisa que sigamos viviendo el fútbol en paz.