En días pasados, en diálogo con el periódico El Colombiano, la familia de Juan Fernando Quintero afirmó que hace un año tuvo contacto directo con Zapateiro, quien afirmó, según ellos, que les “iba a contar lo que había acontecido” con el padre del futbolista. Y aseguraron que no habían vuelto a tener comunicación con el hoy comandante del Ejército Nacional.
Pero este jueves el presidente Iván Duque informó que Zapateiro se reunió con el jugador, con el fin de hablar sobre lo que pasó con su padre, quien habría desaparecido hace 25 años, según el fallo del caso, luego de estar en una guarnición militar que estaba al frente del alto oficial.
La noticia la dio a conocer el mandatario en una entrevista con la emisora RCN, en la que sostuvo que el tema se ha manejado con reserva por petición directa del jugador.
“Yo tuve la oportunidad de hablar con Juan Fernando Quintero, tuvimos una conversación constructiva en donde yo le dije, primero, que yo desconocía esa situación de su vida, pero igual le dije que, como presidente de la República, vamos a colaborar con todo lo que sea necesario para que se esclarezcan esos hechos”, manifestó el mandatario.
Y agregó: “No quiero ser infidente, ellos ya conversaron, y conversaron no solo de manera constructiva, sino que el propio general Zapateiro le dijo, de parte de él y del propio comando del Ejército, que van a colaborar en todo lo que sea necesario para esclarecer esos hechos. Es un punto de partida muy constructivo”.
Duque dijo, además, que entiende el afán de Quintero de querer saber qué pasó con su papá, Jaime Enrique Quintero Cano. “Todo lo que se necesite lo vamos a hacer, y ese es el mensaje mío y del general Zapateiro, y el mensaje de toda la institucionalidad, poderle ayudar a toda la familia a saltar ese dolor, y tener la verdad y no esa incertidumbre acumulada a través del tiempo”, concluyó.
Jaime Quintero desapareció en 1995, cuando prestaba servicio militar obligatorio en el municipio de Carepa, Antioquia, época en la que el hoy general Zapateiro era capitán.
La historia
Se trata de la historia de una madre y ocho hijos, dentro de ellos el futbolista Juan Fernando Quintero, que buscan a su esposo y padre, Jaime Enrique Quintero Cano, desde 1995.
Jaime Enrique se desempeñaba como futbolista, jugó en el Atlético Nacional y Deportivo Itagüí, sus compañeros lo recuerdan como una persona respetuosa de los reglamentos, disciplinado y buen amigo. El primero de marzo de 1995, el futbolista se acercó a la IV Brigada en Medellín para definir su situación militar.
Quintero Cano pasó los exámenes, de inmediato fue integrado a las Fuerzas Militares, específicamente en el segundo Contingente de 1995, perteneciente al Batallón de Infantería número 31, llamado “Voltígeros”, en Urabá.
Un día después, el futbolista se comunicó con su familia para darles la noticia de que, de inmediato, sería trasladado vía aérea al batallón en Urabá. Esta fue la última vez que el padre de ocho hijos habló con su familia.
La angustia comenzó cuando, luego de ese día, los familiares de Quintero Cano intentaron comunicarse, sin éxito, con él. Luego de varios intentos infructuosos, la familia se enteró de que Jaime Enrique sería devuelto a Medellín por un altercado que tuvo con el entonces capitán, Eduardo Zapateiro Altamiranda, hoy nuevo comandante asignado del Ejército Nacional.
Para su regreso a Medellín, Quintero Cano fue enviado en un bus intermunicipal. Los militares dan cuenta de que Quintero Cano abordó el vehículo. Sin embargo, el futbolista nunca llegó a su destino y desde entonces su familia reclama conocer su paradero.
Por eso, los familiares procedieron a interponer una demanda a la Nación (específicamente contra el Ministerio de Defensa – Ejército), para recibir una reparación directa, solicitando que les fuera reconocido el pago de perjuicios morales y materiales.
Para la familia Quintero, la institución castrense incurrió en una “omisión en el cumplimiento de las obligaciones legales, como quiera que conllevó a que la vida de Jaime Enrique Quintero se pusiera en peligro”, se lee en la providencia que emitió el Tribunal Administrativo de Antioquia, el cual negó todas las pretensiones de la familia en 2001.
Tomado de El Colombiano