Juan Gossaín, uno de los referentes de la historia de radio hablada en Colombia, cuenta que en las charlas y conferencias a las que ha sido invitado en el último tiempo, ha propuesto una iniciativa que se la califican como un poema.
«He propuesto que, en las salas de redacción de todos los medios de Colombia, pongan en la pared, con letras de un metro, un letrero que diga: ‘La verdad por encima de todo’. Si no hay verdad, se pierde el respeto por el entrevistado, por el ciudadano, por el otro periodista».
En una entrevista con la FM, a propósito del Día Mundial de la Radio, el exdirector de RCN Radio hizo referencia a varios de los retos a los que se enfrentan por estos tiempos los periodistas: la crisis de medios y el frenesí de las redes sociales.
«Como estamos hablando entre colegas, y nuestro deber es hablar francamente, hay que decir que en materia de credibilidad ha habido una desmejora, no solo de la radio. De todos los medios de comunicación, probablemente el más afectado ha sido la radio».
Para Gossaín, el auge de las redes sociales y el uso que se le da a las mismas, es una de las razones por las que se puede explicar la crisis de credibilidad por las que atraviesa el oficio del periodista.
«Eso (la credibilidad) se ha visto en los últimos años por razón de las redes sociales. Ese formidable y maravilloso progreso electrónico, que debió haber sido la ayuda monumental de los medios, se convirtió en un problema con la mentira, la manipulación, la tergiversación. Esto ha sido generado, y vamos a ser sinceros, por los propios medios de comunicación».
Según dice, «cuando las redes sociales empezaron a tener auge, los medios, no desde el punto de vista periodístico, sino desde el punto de vista empresarial, creyeron que las noticias se encontraban en las redes y no necesitaban tantos periodistas. Y entonces comenzó el despido de periodistas. En los medios, sobre todo en los impresos, se ha producido una salida casi masiva de periodistas, porque las empresas supusieron que podían encontrar las noticias directamente en el computador».
Episodio Vicky Dávila y Hassan Nassar
El alegato entre los exdirectores de la FM que se registró el pasado 11 de febrero, además de generar una intensa discusión en las redes sociales, provocó una reacción del Circulo de Periodistas de Bogotá, quien calificó de “bochornoso” el incidente. “Los comunicadores se alejaron de las reglas básicas del periodismo como lo son el respeto, la sensatez y, sobre todo, la correcta conducta frente a las audiencias”, explicó el CPB en un comunicado.
Al respecto, Gossaín señaló que «ambos cometieron errores. Una persona que es periodista y está haciendo entrevista, no tiene derecho a salirse de casillas. El entrevistador verá si él se sale de casillas. Ser entrevistador conlleva, entre otras características, tener humildad para aguantar cualquier despropósito que le haga el entrevistado».
Y agregó: «Nadie quedó bien en el episodio de Vicky y el señor Nassar. Él tiene una información que consiste en que el esposo de la entrevistadora también viajó en el avión presidencial sin ser funcionario público. Podría haberse limitado a decirlo. (…) me duele el corazón en lo más profundo. Me sentí avergonzado de este oficio. ¿A esto hemos llegado?».
Para Gossaín, el episodio sirve para, una vez más, convencerse de que «tenemos que rectificar el rumbo que lleva el periodismo colombiano. La arrogancia periodística está llegando a unos límites insoportables. Hoy los periodistas suponen mentalmente: ‘Yo tengo la razón en todo. Si ese entrevistado me contradice, tengo que revirarle’. No es revirarle. Si el entrevistado miente, díselo. Pero no le digas, cretino, no le digas animal, imbécil. No es necesario».
En este sentido, agregó: «En las facultades de comunicación falta la enseñanza de más principios periodísticos, éticos y de comportamiento. No solo enseñar redacción, no solo enseñar cómo se pregunta, no solo enseñar cómo buscar las noticias. Hay que comenzar a enseñar principios. Imparcialidad, objetividad, independencia, el sentido de la veracidad. Hay que recuperar eso en las salas de redacción y en los salones de clases», puntualizó.
Contrapoder
La soberbia de algunos periodistas, dice Gossaín, ha hecho que se altere la razón de los medios de comunicación. «Los hechos diarios del periodismo colombiano demuestran que la prensa ya no está actuando como contrapoder en el sentido clásico de la expresión. Sino como el primer poder. La prensa ya no es el contra poder, ahora es el reemplazo de los poderes, y eso creen los periodistas», finalizó.
Tomado de El Espectador