La Fiscalía General de la Nación informó en su cuenta de Twitter que por solicitud del ente acusador un juez de Bogotá legalizó la captura de Arturo Ordóñez Riveros, alias Elefante, presunto miembro del Eln, involucrado en el atentado a la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander en Bogotá el pasado mes de enero.
Como se recordará, el jueves 17 de enero de 2019, en las instalaciones de la escuela explotó una camioneta Nissan Patrol que contenía al menos 80 kilos de pentolita, cobrando la vida de 23 personas: 22 cadetes (incluida una estudiante ecuatoriana) y el autor material, quien fue identificado como José Aldemar Rojas Rodríguez.
“Que les quede claro a esos delincuentes que el que la hace la paga y que el camino del sometimiento a la justicia es el único camino que les espera, por la forma en que han flagelado al pueblo colombiano”, dijo al respecto el presidente Iván Duque, este sábado 2 de marzo durante la apertura del Taller Construyendo País número 23, en el municipio boyacense de Aquitania.
Duque calificó como un duro golpe la captura de Ordóñez Riveros, señalado miembro de la Dirección Nacional del Eln y jefe de los frentes urbanos de este grupo terrorista. “Le asestamos al Eln uno de los golpes más duros en la historia de ese grupo criminal, que necesitamos desmantelar”, sostuvo.
La detención de alias Elefante se realizó en Bogotá, en cumplimiento de una orden de captura, por los delitos de rebelión y concierto para delinquir; estaba escondido en un edificio de oficinas en el centro de la capital del país.
El capturado, conocido también con los alias de Horacio y Ezequiel, era presunto cabecilla del frente de guerra central del Eln, y al parecer coordinaba los frentes urbanos en 10 ciudades de Cundinamarca, Tolima y el Eje Cafetero, y se habría vinculado a esta guerrilla en 1981.
A alias Elefante se le señala de tener incidencia en los atentados de la Policía General Santander, la Estación de Policía de Barranquilla, el atentado con bomba en la Plaza de Toros de la Santamaría y los atentados en Tunja, entre otros.
También habría sido artífice de atentados a la infraestructura que han dejado grandes pérdidas económicas y graves daños al medio ambiente, tal y como se evidenció hace tres semanas con el ataque en la zona del Catatumbo.
También se le acusa del denominado ‘plan pistola’ contra integrantes de la Fuerza Pública.