Ginebra, 18 feb – El acuerdo que Rusia y EEUU podrían alcanzar sobre Ucrania en las conversaciones que este martes se inician en Arabia Saudí podría suponer una mayor represión a la oposición política rusa y futuras agresiones de Moscú contra otros países europeos, aseguró este martes el activista ruso Vladímir Kara-Murza.
«Un compromiso con un abusón es una invitación a que sea más agresivo, es un signo de debilidad del otro, y así es como veo el acuerdo que está empezando a tomar forma este martes en Riad», aseguró Kara-Murza, quien viajó a Ginebra para participar en la Cumbre de Derechos Humanos y Democracia.
Con un acuerdo como el que plantean los gobiernos de Rusia y EEUU «habrá más prisioneros políticos, más juicios políticos, más gente será reprimida por alzar la voz, y sí, creo que hay altas posibilidades de nuevas agresiones por parte de (el presidente druso) Vladímir Putin», aseguró el también periodista, detenido en marzo de 2022 por sus críticas a la entonces recién iniciada invasión de Ucrania.
Kara-Murza, liberado en agosto de 2024 pese a haber sido sentenciado a 25 años de prisión, gracias a un acuerdo de intercambio de prisioneros entre EEUU y Rusia, aseguró que «la única solución sostenible a largo plazo es que haya un cambio político en Moscú, que tenga un gobierno legítimo y elegido democráticamente».
«No hay otra forma de que el continente europeo permanezca estable y seguro a largo plazo», afirmó.
Agregó que en las negociaciones que comienzan en la capital saudí «cualquier acuerdo al que se llegue debe incluir la liberación de todos los prisioneros de guerra rusos y ucranianos, así como los civiles tomados como rehenes y los niños abducidos por Rusia en Ucrania».
Sobre el acercamiento de la nueva Administración estadounidense de Donald Trump a Rusia, subrayó que no es el único actor internacional con esa actitud: «lo vemos en Hungría, en Eslovaquia, entre muchos políticos en Austria, Alemania y otros países occidentales».
«A quienes quieren volver como si no hubiera pasado nada a tratar con Putin les recuerdo que este mes de febrero coincide con muchos tristes aniversarios: el de la muerte en prisión de Alexei Navalni, el de la invasión de Ucrania o el del asesinato del líder opositor Boris Nemtsov», subrayó.
«A todos los líderes de países occidentales que están tendiendo una alfombra roja y quieren estrechar la mano de Putin, les recuerdo que esa mano está teñida de sangre», agregó.
Kara-Murza, asistente habitual de la cumbre ginebrina pero que no pudo estar en las últimas ediciones debido a su cautiverio, confesó que en ocasiones sigue sin creer que fuera liberado gracias al acuerdo de intercambio de prisioneros, el mayor firmado por Moscú y Washington desde el fin de la Guerra Fría.
«A veces creo que estoy en una película, que esto no es real, porque llegué a estar convencido de que iba a morir en una prisión siberiana», confesó.
Relató, sobre su cautiverio, que utilizó los escasos minutos de acceso a libros que le permitían en prisión para estudiar español, lengua que ya habla de forma bastante fluida: «Es una manera práctica de mantener la cordura, e incluso en los peores momentos de tu vida puedes hacer algo constructivo».
EFE