Nairobi, 26 de septiembre de 2024.- Un total de 42 personas murieron en las protestas contra el Gobierno que sacudieron Kenia en junio y agosto pasados, aseguró este jueves el Ministro del Interior, Kithure Kindiki, pese a que Amnistía Internacional (AI) y otras cinco ONG elevaron este miércoles esa cifra a 61.
«Hubo 42 casos de personas que perdieron la vida durante las manifestaciones de la generación Z», afirmó Kindiki en una comparecencia ante el Comité de Administración y Seguridad Interna de la Asamblea Nacional (Cámara Baja del Parlamento), al precisar que dos cuerpos aún no se han encontrado en las morgues.
«Un total de 1.208 personas fueron arrestadas en todo el país durante las manifestaciones de la generación Z y la mayoría de los casos aún están pendientes ante los tribunales por diversos cargos», agregó el ministro.
Kindiki indicó también que 132 personas fueron reportadas como desaparecidas y eximió de responsabilidad a la Policía.
«Hemos dejado claro que este Gobierno no tolera secuestros ni ejecuciones extrajudiciales ni desapariciones forzadas. Es injusto revisar la política sobre ejecuciones extrajudiciales a menos que se nos proporcionen pruebas de pronunciamientos políticos que apoyan este comportamiento ilegal», argumentó.
También defendió la dura represión policial. «Si la Policía nunca hubiera usado fuerza letal durante la invasión del Parlamento, nunca tendríamos una Kenia como la que tenemos hoy», afirmó.
El ministro hizo esas declaraciones un día después de que AI y otras cinco ONG aseguraran que la Policía usó «armas letales y menos letales, como gas lacrimógeno, cañones de agua y porras» de manera «ilegal» para contener protestas pacíficas, incluida la que derivó en el asalto al Parlamento el pasado 25 de junio.
Al menos seis personas murieron ese día a manos de la Policía, cientos resultaron heridas y trece desaparecieron, concluyeron las ONG tras analizar más de 45 vídeos y cien fotografías tomados aquel martes en el centro de Nairobi, donde miles de manifestantes protestaban contra un polémico proyecto de ley con subidas fiscales.
El del asalto al Parlamento fue el día más convulso de las protestas, que comenzaron el 18 de junio, promovidas en redes sociales por jóvenes de la generación Z, y se prolongaron hasta agosto, aunque degeneraron en violencia con menos participación y convertidas en antigubernamentales después de que el presidente keniano, William Ruto, renunciara a firmar la ley.
Entre junio y agosto, al menos 61 personas murieron víctimas de «ejecuciones extrajudiciales» en toda Kenia, subrayó este miércoles en una rueda de prensa en Nairobi la directora ejecutiva de la Unidad Médico-Legal Independiente (IMLU), Grace Wangechi.
Además, cientos de personas resultaron heridas y 72 fueron víctimas de desapariciones forzadas, de las cuales 27 continúan en paradero desconocido, de acuerdo con las organizaciones pro derechos humanos.
EFE