Moscú, 8 abr – El Kremlin advirtió hoy que se verá obligado a intervenir en el Donbás si las autoridades ucranianas organizan en el este del país una matanza similar a la de la ciudad bosnia de Srebenica en 1995.
«Hoy todo depende de la magnitud de los enfrentamientos. Si allí tiene lugar, como dice nuestro presidente (Vladímir Putin), una Srebenica, entonces nosotros nos veremos obligados a acudir en su ayuda», dijo Dmitri Kozak, subjefe de la Administración presidencial, según la agencia TASS.
Kozak considera que «el inicio de las acciones militares es igual al principio del fin de Ucrania» y que las actuales tensiones en la zona no son más que una «campaña informativa (de Kiev), acompañada por la imitación de acciones militares».
A su vez, llamó a no exagerar la influencia estadounidense en Ucrania, país al que el presidente de EEUU, Joe Biden, garantizó el apoyo ante la agresión de Rusia.
Con respecto a la visita, hoy, del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, al Donbás, negó que vaya a provocar un agravamiento de la situación en el este de Ucrania.
Putin responsabilizó hoy a Ucrania de la escalada de tensión en el Donbás durante una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel.
«Putin llamó la atención sobre las acciones provocadoras de Kiev, que últimamente caldea deliberadamente la situación en la línea de separación» entre el Ejército ucraniano y las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia, informó el Kremlin en un comunicado.
Putin subrayó la imperiosa necesidad de que Kiev cumpla los acuerdos, en particular, en lo que respecta al «diálogo directo» con las autodenominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y la aprobación de una ley sobre el «estatus especial» de esos territorios separatistas.
Ambos mandatarios expresaron su «inquietud» por la escalada de tensión en el este de Ucrania, donde desde finales de marzo se han recrudecido los ataques y también las denuncias de movilización de tropas rusas en la frontera.
La misión especial de supervisión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que vigila el cumplimiento del alto el fuego, sigue registrando en sus informes violaciones diarias tanto en Lugansk como en Donetsk, donde se han producido desde el pasado 2 de abril más de 1.500 incidentes.
Kiev pidió el martes una reunión urgente del Grupo de Contacto Trilateral -Ucrania, Rusia y la OSCE- debido al agravamiento de la situación de seguridad en el este.
La cita telemática tuvo lugar finalmente el miércoles, sin que se emitiera una declaración conjunta sobre medidas que permitan restaurar el cese al fuego.