Accra, 28 de enero de 2022.- La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) suspendió hoy a Burkina Faso de sus instituciones, en una cumbre extraordinaria para analizar la situación del país tras el golpe de Estado del pasado lunes.
Esta reunión de jefes de Estado y de Gobierno fue convocada de urgencia por el presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, cuyo país ejerce la presidencia rotatoria del bloque regional, y se celebró por vía telemática.
Según confirmaron a Efe fuentes de la CEDEAO, organización que integra a quince países, los mandatarios «han suspendido a Burkina Faso tras el golpe», aunque no decidieron, de momento, la imposición de sanciones.
Asimismo, el bloque «enviará este sábado una misión de jefes de Estado Mayor militar de los distintos países a Uagadugú», la capital burkinesa.
La misión tendrá que «evaluar la situación, sensibilizar a las nuevas autoridades sobre la necesidad de que se mantengan en una postura republicana y llamar su atención sobre las consecuencias negativas de su golpe de Estado en el país», explicó en un comunicado la Presidencia de Costa de Marfil, cuyo jefe de Estado, Alassane Ouattara, asistió a la cumbre.
El próximo lunes, una delegación ministerial visitará Uagadugú para analizar la situación a nivel político y el 3 de febrero tendrá lugar una nueva cumbre en Accra que decidirá si se adoptan nuevas medidas.
Además, agregó la citada fuentes de la CEDEAO, los jefes de Estado «también han exigido» en la cumbre de hoy «la liberación del presidente Roch Marc Christian Kaboré», derrocado por los golpistas y supuestamente detenido.
En el discurso de apertura de la cumbre extraordinaria, el presidente de Ghana advirtió hoy de que la democracia en la región sufre «un retroceso» tras los dos golpes de Estado en Mali (en agosto de 2020 y mayo de 2021), Guinea-Conakri (en septiembre de 2021) y el último y cuarto, el acontecido en Burkina Faso.
«El deterioro de la situación política en nuestra región debería ser un asunto de gran preocupación para todos nosotros. Ningún país actual está aislado de su ocurrencia en la comunidad. Y tenemos que actuar para cortarla de raíz», aseveró Akufo-Addo.
Igualmente, recordó el protocolo de la CEDEAO sobre Democracia y Buena Gobernanza, aprobado en diciembre de 2001, que prohíbe los cambios inconstitucionales en sus Estados miembros y obliga a que todo acceso al poder se realice a través de elecciones libres, justas y transparentes.
MENSAJE DEL LÍDER GOLPISTA
La cumbre extraordinaria acaeció un día después de que el líder de los golpistas burkineses, el teniente coronel Paul Henri Sandaogo Damiba, dirigiera anoche su primer mensaje televisado a la nación desde el golpe de Estado que derrocó a Kaboré, quien acabó presentando su dimisión en una carta manuscrita.
En su discurso, Damiba pidió a la comunidad internacional que apoye a Burkina Faso «para que pueda salir de esta crisis lo antes posible y reanudar su camino hacia el desarrollo».
«Comprendo las legítimas dudas que suscita esta ruptura en el funcionamiento normal del Estado, pero quiero asegurar a todos los amigos de Burkina Faso de que el país seguirá respetando sus compromisos internacionales, especialmente en lo que se refiere al respeto de los derechos humanos», agregó el teniente coronel.
Asimismo, el presidente del Movimiento Patriótico por la Salvaguarda y la Restauración (MPSR), como se llama la junta militar que dirige ahora el país, advirtió de que la «normalidad constitucional» volverá únicamente cuando se den las condiciones que marque el pueblo burkinés.
Los militares tomaron el poder en Burkina Faso el pasado día 24 tras la tensión vivida el domingo por los disparos en varios cuarteles militares de Uagadugú, la capital, y otras urbes, unos incidentes calificados en un principio como un supuesto motín para exigir mejoras en las Fuerzas Armadas.
El golpe de Estado se confirmó tras la aparición de miembros de la junta militar en la televisión estatal RTB, que anunciaron haber depuesto al presidente Kaboré y otras medidas, como la disolución del Gobierno y el Parlamento o la suspensión de la Constitución.
El golpe tuvo lugar después de la escalada del descontento social durante los últimos meses por la inseguridad generada por la violencia yihadista.
Burkina Faso sufre el yihadismo desde 2015 y los ataques, que se atribuyen a grupos aliados de Al Qaeda y el Estado Islámico, han provocado más de 1,5 millones de desplazados internos, según el Gobierno burkinés.
Mawusi Afele
EFE