Caracas, 20 jul- La crisis económica en Venezuela pasa factura a la preparación de deportistas, lo que pone al país en desventaja con respecto a aquellos que no pasan por sin dificultades financieras como las que enfrenta la nación caribeña.
Y en medio de ese crítico escenario, el Gobierno de Nicolás Maduro achaca parte del mal a las sanciones internacionales, principalmente, a las estadounidenses.
El entrenador de alto rendimiento Luis Salas dijo a la agencia EFE que cuando un país no tiene una economía fuerte, es difícil «competir contra las grandes potencias», que cuentan con mayores recursos para invertir en entrenadores, infraestructura y en sectores como la medicina y la tecnología.
«Los países que tienen ciertas debilidades no van a poder contar con estas bondades que garantiza el recurso monetario», dijo el exdirector de Alto Rendimiento del ministerio de Juventud y Deporte.
A su juicio, Venezuela y Cuba tienen «una situación similar»: son países con «economías que están golpeadas» y «no cuentan con las mejores infraestructuras».
En Venezuela, si bien «ha habido un rescate» de instalaciones deportivas, aún «falta todavía mucha más inversión» para «poder competir con las grandes potencias».
Dijo que a causa de las sanciones, «dejó de entrar mucho dinero al Ministerio de Deporte, y eso trajo también un recorte en la situación de las instalaciones».
Según el gubernamental Observatorio Venezolano Antibloqueo (OVA), la «recepción de dólares del país cayó de 39.000 millones en 2014 a 743 millones en 2020», lo que significa que en siete años Venezuela «perdió 99 de cada 100 dólares que recibía».
En mayo, el país cerró el primer cuatrimestre de 2024 con pérdidas parciales superiores a los 2.000 millones de dólares en sus ingresos como consecuencia de las sanciones, pese a que el 88 % de los días computados por el mandatario corresponden al periodo en que las medidas estuvieron suspendidas.
Expertos insisten en que la crisis, si bien se exacerbó con las sanciones, especialmente las aplicadas al sector petrolero, tiene su origen en factores como la corrupción, la mala gestión y los controles sobre la economía.
De acuerdo con la firma Ecoanalítica, la economía venezolana se contrajo un 75 % de 2014 a 2020, y luego registró un crecimiento del 1 % en 2021, del 8 % en 2022 y de 1 % el año pasado.
Recurso humano, una prioridad
Venezuela tiene «una buena población para sacar una mejor muestra», por lo que, según Salas, el país «pudiese tener hoy día una mejor posición a nivel global».
Para eso, se necesita invertir no solo en infraestructura, sino también en la «formación de recurso humano», tanto de profesores de educación física como de entrenadores.
«Uno de los principales indicadores de desarrollo de un país potencia es la cantidad y la calidad de los profesores de educación física», afirmó Salas, quien explicó que estos profesionales son los que pueden y deben «reportar los posibles talentos de las escuelas a los clubes deportivos».
Según sus cálculos, hay un déficit de unos 60.000 profesores de educación física en la nación, 20.000 más que hace casi dos décadas.
Organizaciones gremiales, ONG y dirigentes opositores aseguran que el déficit de educadores en general y la falta de otros profesionales son consecuencias de la migración, cifrada en unos 7,77 millones de venezolanos, según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V), cifra que el Gobierno reduce a menos de 2 millones.
Salas señaló que se desconoce el número de entrenadores en general, debido a que «no hay como tal una data», a excepción de los de alto rendimiento, que -indicó- no superan los 400.
Por tanto, insistió en la necesidad de la creación de un ente que agrupe al gremio de entrenadores y que, entre otras tareas, lleve un registro de cuántos hay, identifique necesidades y formalice a los que estén calificados para la tarea, con el fin de evitar poner en peligro a los competidores.
EFE