La pandemia de coronavirus dominó este lunes las celebraciones del Día de la Independencia de Colombia y la instalación del nuevo periodo de sesiones del Congreso, que tuvo lugar en una inédita sesión virtual en la que el presidente Iván Duque advirtió del alto coste social de la crisis sanitaria.
«El desafío más grande será evitar que la pandemia destruya el camino que hemos recorrido juntos para cerrar las brechas sociales», dijo Duque dirigiéndose a los miembros del Senado y la Cámara de Representantes.
La mayoría de los legisladores asistió a la sesión desde casa, conectados por la plataforma Zoom, lo que ocasionó retrasos y confusiones en el llamado a lista de los presentes, mientras que miembros de la oposición críticos del funcionamiento virtual del Congreso se reunieron en el Salón Elíptico del Capitolio para asistir al acto.
INVERSIÓN CONTRA LA COVID-19
Según Duque, para enfrentar la pandemia que deja 204.005 contagiados y 6.929 fallecidos en el país, su Gobierno ha combinado «herramientas presupuestales y de apalancamiento», lo que junto con las líneas de liquidez del Banco de la República (autoridad monetaria) ha permitido «asignar recursos cercanos al 11 % del producto interno bruto, para hacer posible» su agenda.
Buena parte de esos recursos se ha destinado a «fortalecer las capacidades de nuestro sistema de salud», así como a «la protección a los más vulnerables» mediante distintos programas de su Gobierno, de los que dijo que tendrán continuidad en el tiempo.
Citó como ejemplo el programa «Ingreso Solidario», una renta básica de emergencia para cerca de tres millones de hogares que nunca habían recibido apoyos del Estado y que tenía una duración inicial de tres meses pero que será extendida «como mínimo hasta junio del año 2021».
«En total, este compromiso con Colombia significa una inversión superior a los 100 billones de pesos (unos 27.386 millones de dólares), y se constituirá en una especie de mecanismo articulador de inversión pública y privada, y buscará generar en los próximos años más de un millón de empleos directos e indirectos», manifestó.
RECONOCIMIENTO A TRABAJADORES SANITARIOS
El mandatario hizo un reconocimiento a los trabajadores de la salud, de quienes dijo que «su coraje en la primera línea de la guerra contra el COVID-19 es un ejemplo para todos los colombianos» y sin los cuales el esfuerzo económico y tecnológico que se hace para enfrentar la pandemia se quedaría corto.
«Esos miles de hombres y mujeres que han dedicado su vida a proteger la salud de los demás nos han enseñado, una y otra vez, una vocación de servicio incomparable y su valentía siempre nos inspira, al igual que su patriotismo inagotable», expresó.
Por eso se comprometió a seguir fortaleciendo el sistema sanitario, cuyas deficiencias, principalmente en las regiones más remotas del país, han salido a flote con la emergencia del coronavirus, y aseguró que en esta legislatura promoverá «reformas estructurales a la salud», sector en el que buena parte de los recursos se pierden por la corrupción.
El presidente insistió en su política de combinar el cuidado de la salud con la actividad económica y en ese sentido invitó a los legisladores a no divagar «ante falsos dilemas».
«Cuidar la salud y la vida simultáneamente con reactivar la vida productiva, con distanciamiento social, es el deber del mundo entero, mucho más cuando sabemos que frenar el COVID-19 no es fácil, porque no hay vacunas, tratamientos e inmunidades aseguradas, y que estará presente por lo menos un año más, mientras se desarrolla algún mecanismo efectivo», afirmó.
OBRAS Y EMPLEOS
Duque planteó una «aceleración de los proyectos de iniciativa privada y público-privada, que se verán representados en puertos, aeropuertos, plantas de tratamiento de agua, autopistas de cuarta y quinta generación», para atraer inversiones y generar empleos que compensen en parte los perdidos por la pandemia.
Esos proyectos incluyen obras como la construcción del Metro de Bogotá, la terminal marítima de Puerto Antioquia, en la región de Urabá; los nuevos aeropuertos de Cartagena, San Andrés y el Aerocafé, en la zona cafetera del centro del país, así como la autopista la Alo Sur, en la capital colombiana.
Igualmente subrayó el compromiso del país con el crecimiento limpio, para lo cual se comprometió a «acelerar 27 proyectos estratégicos de energías renovables y de transmisión» para avanzar hacia la transición energética.
«Estos proyectos, por más de 16 billones de pesos de inversión (unos 4.382 millones de dólares), esperamos que le traigan a Colombia más de 55.000 empleos», afirmó.
El presidente pasó de puntillas por asuntos delicados, como la situación del acuerdo de paz con las FARC y el asesinato de líderes sociales, temas en los que reiteró su postura de que «no puede existir una paz verdadera sin un compromiso con la justicia, no hay paz donde prevalece la impunidad».
Al hacer un balance del combate contra la delincuencia común, el narcotráfico y otras formas del crimen organizado, dijo que esa es una «lucha por la vida de las familias colombianas, por la vida de nuestros líderes sociales, a quienes recordamos hoy y por quienes trabajamos día y noche».
RESPUESTA DE LA OPOSICIÓN
En respuesta al discurso presidencial intervino la senadora Aida Avella, de la opositora bancada Decentes, quien comenzó por cuestionar el carácter virtual de la sesión.
«El Congreso se limitó casi a ser una plataforma virtual», dijo Avella, quien consideró «inexplicable que el pueblo salga a trabajar y nosotros los parlamentarios sigamos en la virtualidad».
La senadora de izquierdas criticó el manejo que el Gobierno le ha dado a la pandemia, tanto en la parte social como de seguridad ciudadana, y dijo que «la emergencia ha sido dirigida a recortar la democracia».
La respuesta de Avella fue el colofón de la protesta de varios legisladores que a pesar del carácter virtual de la sesión fueron al Capitolio y no economizaron críticas a ese modelo, como el senador Rodrigo Lara Restrepo, del partido Cambio Radical, que al responder al llamado a lista dijo estar «presente en esta indigna e ilegal sesión virtual».
EFE
